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Cosechadoras: criterios para minimizar las pérdidas

El Ing. Agr. Juan Giordanom del INTA Rafaela recomienda especial atención al mantenimiento y al conocimiento del operario como clave para lograr un buen rendimiento. Criterios prácticos para tener en cuenta.

El Ing. Agr. Juan Giordanom del INTA Rafaela recomienda especial atención al mantenimiento y al conocimiento del operario como clave para lograr un buen rendimiento. Criterios prácticos para tener en cuenta.
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Por Infocampo

En el marco de la capacitación âCurs para usuarios de maquinaria agrícolaâ que se desarrolla en el INTA Pergamino (Ruta 32 Km. 4,5), días pasados estuvo presente el Ing. Juan Giordano.


El especialista, proveniente del INTA Rafaela, brindó importantes detalles a tener en cuenta a la hora de una buena utilización de la cosechadora, haciendo especial hincapié en su cuidado y mantenimiento.

Cabe recordar que este curso, que se extenderá hasta mediados de diciembre, cuenta entre su audiencia con productores agropecuarios, contratistas, operarios y aprendices de operarios rurales que han demostrado un marcado interés en conocer al detalle las nuevas tecnologías, convirtiéndose así en personal entrenado, no sólo para operar, mantener, y reparar sino también para prever modificaciones en los equipos.

El mismo es organizado conjuntamente por el Centro de Formación Profesional 401; la Sociedad Rural local; ACA; AFA; UATRE Filial Pergamino; la Escuela de Educación Técnica âLorenzo Parodiâ; Empresas Fabricantes o Distribuidoras de Maquinaria Agrícola; y el INTA Pergamino.

Giordano explicó que los últimos trabajos del INTA al respecto se refieren principalmente a la vida útil de las cuchillas, de los pontones para reducir pérdidas y la búsqueda de mayor eficiencia de la vida útil de los elementos.

âTambién se trabaja en el desarrollo de cóncavos que tengan mayor colado, menos agresividad generándole mayor capacidad a la cosechadora. Y no solamente basándonos en la soja, sino ampliando a otros cultivos como el maíz y últimamente estamos trabajando en lograr evitar la rotura de los capítulos de girasol para mejorar lo que hace a la eficiencia de la cosecha del cultivoâ, anticipó Giordano.

-¿Cuáles son las recomendaciones indispensables que se da a los usuarios?

-El operario es muy importante, es quien conduce, regula, quien debe mantener y reparar la cosechadora. Esto hace que la máquina sea más eficiente. El operario, en el manejo y la puesta a punto diaria, es fundamental porque es de tecnología de costo cero lo que hace que sea muy eficiente adaptarle la velocidad del molinete, la altura de corte, el reemplazo de las cuchillas rotas, la apertura y cierre del cóncavo, las reducciones del cilindro, etc. Todo esto hay que ir haciéndolo en el momento del trabajo, pero sigue el mantenimiento, el buen estado de los materiales, de las barras batidoras, del cambio de puntones, de las condiciones en que tiene que trabajar un flexible, de incorporar los elementos tecnológicos que se vayan desarrollando. De esa forma en invierno estaremos recuperando muchas de las pérdidas haciendo una mejora durante la reparación de la cosechadora, lo que vamos a usufructuar a la hora de la cosecha.

-Desde la experiencia recogida, ¿cuáles son los principales errores que se están cometiendo?

-Uno es perpetuar la vida de los puntones. No se los cambia cuando llevan recorridas 1.000 a 1.200 hectáreas. También se aprecia falta de ajuste de los sapitos, reemplazo de cuchillas, y mal hábito de rellenar las barras batidoras de los cilindros. Estas son las principales cuestiones críticas que nos están dando muchos dolores de cabeza en cuanto al nivel de aumento de pérdidas por la cola, por plataforma o mayor cantidad de granos rotos en la tolva.

-¿Las velocidades dejaron de ser un problema?

-Una velocidad máxima no se pude fijar porque esta dependerá de la capacidad de trabajo y las condiciones del cultivo. Pero sí decimos que tiene un límite el corte de acuerdo a condiciones. Por ejemplo una soja de 30, 35 quintales para arriba, vamos a tener que limitarnos a una velocidad de 7 ó 7,5 Km. de avance porque si lo superamos comenzaremos a arrastrar el cultivo. Lo fundamental está en el mantenimiento. No vamos a decir que vayan más despacio, pero vamos a pedirles que hagan la regulación y el mantenimiento, a partir de allí que vayan a una velocidad tal que nos limiten la tolerancia de las pérdidas de la cosechadora. O sea hasta 85 ó 90 kilos por hectárea en soja y trigo, podemos estar trabajando perfectamente como pérdida total admisible, porque desgraciadamente todavía estamos en valores de 130, 150 kilos promedio de pérdida en Argentina. Perfectamente tenemos que estar trabajando a 7 kilómetros por hora a un rendimiento de 30, 35 quintales por hectárea con esas pérdidas. Ya hemos visto en muchas cosechadoras que cuando están bien mantenidas y reguladas logran estar por debajo de esos niveles.

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