Publicidad Cerrar X

El girasol late con ritmo propio

A diferencia de lo que ocurre con proteínas y cereales, el panorama para el cultivo es, en el corto plazo, alentador. También lo es a largo plazo, por el cambio en la demanda mundial de aceites.

A diferencia de lo que ocurre con proteínas y cereales, el panorama para el cultivo es, en el corto plazo, alentador. También lo es a largo plazo, por el cambio en la demanda mundial de aceites.
infocampo
Por Infocampo

“El exceso en la oferta de proteínas y cereales que se viene dando en el mundo desde septiembre ocasionó un efecto depresor en los precios de la soja, el trigo y el maíz. No ha ocurrido lo mismo con los aceites. Un ciclo de producción estable en palma y girasol, hacen prever para el cultivo precios sostenidos en los próximos meses”. señala en su último informe la Asociación Argentina de Girasol (Asagir).

Y agrega que en el mercado local este dato está claramente expresado. En diciembre de 2003, el trigo en el mercado disponible (Buenos Aires y Bahía Blanca) estaba a 388 $/t. Hoy, esa misma tonelada se cotiza a $ 260. Para la soja el panorama es similar. Hace un año cotizaba a 650 $/t. Hoy a $ 470. Mientras, el girasol disponible ha sido una de las más estables. La diferencia entre fechas fue de sólo $ 90: pasó de $ 600 a $ 510. En el caso del maíz en el Mercado a Término de Buenos Aires pasó de u$s 91 a 71 u$S/t. Nadie puede descartar que en el futuro se pase por situaciones donde los precios de los aceites decaigan y con ellos los del girasol. Sin embargo, en esos ciclos el precio de los aceites puede verse favorecido por la creciente demanda del diesel. En tanto que la demanda del aceite de girasol se puede ver favorecida por el uso de variedades medio y alto oleicos que presentan alternativas de estabilidad. Hoy la demanda de aceites de mayor estabilidad y mayor viscosidad está siendo obtenida mediante la hidrogenación de aceites poli insaturados. Este proceso deriva en la formación de configuraciones químicas llamadas trans, asociadas con cardiopatías, en particular con la formación de LDL o colesterol malo. Los aceites usados generalmente para hacer papas fritas y otras comidas rápidas son de este tipo. Los aceites medio y en particular los alto oleico tienen naturalmente esa estabilidad, sin necesidad de hidrogenación. La viscosidad en cambio, es una propiedad no resuelta aún. “Siguiendo esta tendencia, el desarrollo de los girasoles medio y alto oleico ya ha comenzado en nuestro país. Casi la totalidad de los semilleros tiene listo el lanzamiento de híbridos de estas características para cuando la demanda lo indique”, explicó Carlos Feoli, coordinador técnico de Asagir.

Para la industria es imprescindible el mantenimiento de altos rindes de manera que el cultivo pueda competir en períodos de bajos precios relativos del aceite. Además, este sector de la cadena girasolera demanda el desarrollo de aceites alternativos diferenciales que permitan ingresar con el producto argentino a mercados más sofisticados.

De todas maneras, señala Asagir, el tema más urgente para la industria es la presencia de pesticidas en el aceite y el grano, y el uso de buenas prácticas de almacenamiento que eviten el exceso de pesticidas que puedan afectar el acceso a los mercados.

Por el lado del pellet de girasol, la prioridad es el desarrollo de un mayor consumo interno en la Argentina. El crecimiento de los planteos ganaderos intensivos es una salida que permite defender el precio del producto, afectado por la distancia a los mercados y los altos valores de los fletes marítimos. Es importante destacar que un reciente informe de la Cámara de Engordadores de Hacienda Vacuna indica que ya hay 1,2 millón de animales que tienen en nuestros país algún grado de engorde a corral.

Seguí leyendo:

Temas relacionados: