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Entidades y semilleros firman acuerdo, pero con salvedades

La reunión para resolver el pago por transferencia tecnológica en las semillas de soja y trigo concluyó ayer, con la firma de un acta acuerdo por parte de algunas entidades y los representantes de los semilleros. Tanto los que imprimieron su rúbrica, como aquellos que no lo hicieron, se explayaron sobre las objeciones a la iniciativa coordinada por el Secretario de Agricultura Miguel Campos.

La reunión para resolver el pago por transferencia tecnológica en las semillas de soja y trigo concluyó ayer, con la firma de un acta acuerdo por parte de algunas entidades y los representantes de los semilleros. Tanto los que imprimieron su rúbrica, como aquellos que no lo hicieron, se explayaron sobre las objeciones a la iniciativa coordinada por el Secretario de Agricultura Miguel Campos.
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Por Infocampo

Cuando ya nadie cuestiona el pago por compensación tecnológica para los obtentores, una nueva encrucijada se cierne sobre el futuro de la normativa que intenta reglamentar la comercialización de semillas en la Argentina.

Confederaciones Rurales Argentinas informó sobre su coincidencia con los cinco puntos establecidos en el Acta Compromiso, por considerarla “como una herramienta de lucha contra la marginalidad en el comercio de semillas”, mientras que las demás entidades tomaron caminos diferentes.

Federación Agraria, por su parte, también rubricó su compromiso, pero con “salvedades”, según explicó a Infocampo TV su vicepresidente, Pablo Orsolini. La entidad destacó su disconformidad con el intento de cobro del uso propio de semilla, “porque implicaría aceptar las regalías extendidas y nosotros sostenemos que el derecho por tecnología hay que pagarlo en la compra de la bolsa de semilla fiscalizada”.

El acta firmada establece la reglamentación de un nivel no definido, ni estipulado aún, de uso propio y de uso propio oneroso para la semilla de soja y trigo.

Sobre este punto también se expidió la Sociedad Rural, quien no firmó el compromiso, argumentando la necesidad de un análisis más exhaustivo de la propuesta. La Rural manifestó su voluntad de seguir pagando la propiedad intelectual y la innovación tecnológica, pero con un uso propio que se acuerde libremente entre las partes, que contemple el 10 por ciento de la superficie sembrada.

Recién para las nuevas variedades a ser registradas ante el INASE a partir del primero de enero de 2005, la rural aceptaría “un uso propio oneroso, respetándose los contratos vigentes”.

Otra entidad que no firmó fue Coninagro, por entender que la alícuota a pagar no puede superar el 1 por ciento en la primera venta de cereal.

Los cooperativistas también solicitan que se descargue este costo de la compra de semilla original y se reduzcan los plazos de duración de las patentes, actualmente de 15 años.

Por su parte, las asociaciones de semilleros, como Asa, la Cámara de Semilleristas y Arpov, entre otros, rubricaron el acuerdo, aunque trascendió que si en un mes no se define una postura acorde a sus intereses dejarán librados a sus afiliados para que tomen sus propias decisiones.

Una última curiosidad: También la empresa Monsanto se está tomando el plazo hasta el viernes, otorgado por el secretario de Agricultura para firmar la iniciativa, debido a que la multinacional tiene intenciones de que el sistema rija a partir de la presente campaña y no la próxima, según destacó a Infocampo TV el vocero de prensa, Federico Ovejero.

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