Resulta bastante común que en esta época del año comiencen las consultas sobre un tema que hasta estos días sigue generando dudas en los productores. ¿Puede sembrarse una alfalfa en directa? Una pregunta que ningún productor agrícola puro se hace con sus cultivos. Y la duda tiene algo de mito y algo de fundamento. Veamos de qué se trata.
Hugo Fontanetto -técnico de la EEA Rafaela, zona de tradición tambera en Santa Fe- mencionaba como causa principal de siembra menor tasa de adopción de la directa en alfalfa, al hecho de que la forrajera es “una especie muy delicada respecto a las condiciones de cama de siembra que necesita”. La alfalfa requiere de suelos bien aireados; siendo muy sensible al anegamiento, principalmente en estado de plántula. En consecuencia, situaciones de suelo con drenaje deficiente junto a una época del año con probabilidades de precipitaciones copiosas, abre un interrogante respecto a los riesgos de anegamiento.
Telmo Trossero, referente de Aapresid en sistemas mixtos es contundente al afirmar que “tener un suelo firme pero poroso, con agua acumulada, libre de malezas y con bajo nivel de rastrojo, es la clave para el éxito de la implantación de alfalfa en SD”.
Una definición clara y sencilla pero que abre varios frentes a considerar. En primer lugar, se plantea la importancia que el suelo esté firme (lo que no quiere decir compactado), lo cual se logra con años de siembra directa. En este sentido, José Luis Rey, un recordado pionero de los planteos ganaderos en SD, tenía entre sus “mandamientos para la siembra de alfalfa”, el de “hacerla en lotes con historia previa en directa”, fundamentando esa necesidad de suelo firme pero como buena porosidad. Él resumía en un listado de puntos clave, los principales aspectos a tener presentes a la hora de sembrar alfalfas en directa:
* Llegar al momento de la siembra con baja cantidad y cobertura de rastrojos.
* Realizar una acertada elección del antecesor, tanto por el momento de liberación del lote, como por el tipo de rastrojo.
* Hacer un barbecho químico adecuado.
• Implantar alfalfa únicamente cuando el lote haya tenido antecedentes en siembra directa y por lo tanto baja presión de malezas perennes.
• Hacer una correcta elección del fertilizante, descartando aquellos con radicales de amonio
• Inocular y proteger con fungicida de amplio espectro a la semilla.
• Regular la sembradora en profundidad, distribución y tapado de la semilla.
• Elegir siembra temprana (marzo), a los efectos de facilitar la emergencia y desarrollo antes del frío y las primeras heladas.
Rey fue uno de los pioneros de Aapresid en el tema de la difusión de siembra directa en sistemas mixtos y pecuarios. Siempre planteaba que la principal limitante a la adopción de nuevas tecnologías y manejos estaba en nuestras cabezas. Una frase de cabecera de Rey sintetizaba este concepto: “Hay que romper las fronteras mentales para seguir corriendo las fronteras productivas”.
Joaquín Rabasa * Especial para Infocampo
*Responsable de Coordinación
de Regionales Aapresid
