Legisladores de la oposición expresaron hoy un fuerte respaldo a los dirigentes de las entidades agropecuarias durante una audiencia pública realizada en el Senado sobre el conflicto agro versus gobierno nacional.
Las bancadas opositoras -entre ellas las del radicalismo, Coalición Cívica, PRO, el socialismo y justicialistas disidentes- recibieron en el Salón Azul del Senado a representantes de las cuatro principales entidades agropecuarias y a productores autoconvocados.
Entre los dirigentes del agro estaban los titulares de la Sociedad Rural, Luciano Miguens; el de Confederaciones Rurales, Mario Llambías; el vicepresidente de la Federación Agraria, Pablo Orsolini, y el dirigente entrerriano Alfredo De Angeli.
En el evento, el diputado de la Coalición Cívica Adrián Pérez dijo que era “vergonzoso” que los legisladores kirchneristas no hayan concurrido, y responsabilizó luego al gobierno nacional por el “diálogo absolutamente fraudulento” que mantuvo con el campo.
A continuación habló Llambías, quien señaló que “la gente de campo se sintió defraudada” cuando se aumentaron las retenciones y agregó que con esa medida hubo conciencia de que el gobierno “le estaba sacando plata a los gobernadores, a los intendentes y al pueblo argentino, y dándosela a un funcionario de la Casa Rosada para que maneje a su antojo la chequera oficial”. Además, negó que los ruralistas sean responsables del desabastecimiento, el cual dijo que “es producto de las malas políticas que aplicaron”.
En tanto, Orsolini afirmó que en la actualidad el país tiene “las mejores oportunidades mundiales de todos los tiempos”, por los altos precios de los productos del campo, y remarcó que “ahora se demoniza a la soja, cuando fue la soja lo que salvó a la Argentina”.
Además, Orsolini sostuvo que “es un capricho (del gobierno nacional) no abrir el mercado de exportación de termoprocesados”, porque se trata de un tipo de producto “que casi no se consume en la Argentina”.
El titular de la Sociedad Rural, Luciano Miguens negó que el campo sea “conspirador”, y afirmó que en cambio “ha sido solidario, y colaboró para que los precios (de los alimentos) se mantuvieran bajos”. Calificó al aumento de las retenciones como “una medida confiscatoria, a pocos días de la recolección de la soja, cuando ya había subido poco después de la siembra”. También dijo que “los gobernadores tienen la responsabilidad de apoyar el campo”.
Uno de los legisladores más duros fue el titular del radicalismo, Gerardo Morales, quien planteó la realización de una campaña “para juntar un millón de firmas, para que se sepa que este no es el reclamo solo del campo sino de la sociedad argentina”.
Morales les reclamó luego a gobernadores del oficialismo que “manden a sus legisladores al Congreso”, para votar un proyecto de ley para derogar las retenciones. “No puede ser que (Daniel) Scioli, que tiene un déficit de 4300 millones de pesos, mire para el costado” , acotó.
Luego, el socialista Rubén Giustiniani, a su turno, pidió al gobierno “que abandone la soberbia y tozudez, y que escuche a los que trabajan y producen en la Argentina de todos los días”, para lo cual dijo que debe “volver a la mesa de diálogo”.
En tanto, el diputado del PRO Federico Pinedo expresó que esa fuerza considera “totalmente legítimo el reclamo del sector rural”, y sostuvo que este “no es un conflicto solamente del agro sino de todos los argentinos”.
Criticó “la falsificación” de los índices de inflación, y dijo que “no tiene que haber más Morenos sueltos en las ciudades o en el campo”.
Posteriormente, el senador Adolfo Rodríguez Saá dijo que “el mundo carece de alimentos, y los países productores tienen una gran oportunidad”.
“Brasil lo está aprovechando, mientras que la Argentina en vez de producir más estamos enfrentando una situación que nos impone un gobierno que no comprende la realidad”, concluyó.
Fuente: Noticias Argentinas