“Estimamos que los ciclos largos de maíz no se van a poder sembrar en las principales regiones maiceras argentinas; esto porque las restricciones hídricas harían que la siembra se demore hasta la segunda quincena se octubre”.
Así lo advirtió Anthony Deanne, especialista en agroclimatología de la consultora Weather Wise Argentina, durante una conferencia ofrecida en el marco de una jornada organizada por la consultora Agropuerto.
En términos generales, Deanne indicó que el fenómeno Niña generará, hasta mediados-fines de octubre próximo, lluvias por debajo de las normales en la mayor parte de la región pampeana. La situación hídrica se repondría a partir de noviembre, pero con distribuciones desiguales en el tiempo y el espacio.
“Los rindes promedio de soja del ciclo 2007/08 no serían tan elevados como los registrados en esta campaña, porque el régimen de lluvias esperado no va a ser tan abundante”, apuntó Deanne.
El especialista indicó que habría que priorizar, además, “aquellos materiales que muestren un mejor comportamiento a condiciones de lluvias escasas”.
“En años Niña, como en el que tendremos en la campaña 2007/08, las situaciones son más secas de lo normal y es cuando se destacan los productores que hacen las cosas bien”, remarcó.
En junio de 2007, Weather Wise prevé un tiempo más seco de lo normal para la macro-región comprendida por el sudeste de Córdoba, centro-sur de Santa, noroeste de Buenos Aires y oeste de Entre Ríos. Habría además fuertes irrupciones de aire frío, especialmente hacia mediados y finales de dicho mes.
En julio no habría cambios generales en esa tendencia. Nuevamente se producirán irrupciones de aire frío, con heladas fuertes en varias mañanas consecutivas. Las precipitaciones prevalecerán bien por debajo de los valores normales, al igual que las temperaturas.
En agosto, si bien todavía abundarían las irrupciones de aire polar, las mismas se mezclarán con el ingreso de aire más templado y muy seco proveniente del norte. El promedio final de temperaturas se iría aproximando a los valores normales. Todavía habrá ausencia de precipitaciones o bien lloviznas escasas sobre toda esa región.
En septiembre se proyecta un aumento sostenido de las temperaturas. Se mezclarán períodos con temperaturas por encima de los valores normales junto con períodos de temperaturas por debajo de los normales (bruscos cambios térmicos). Las precipitaciones seguirán siendo por niveles por debajo de los normales. Podría haber además un comienzo de episodios de tiempo severo (tormentas) sobre Santa Fe, Córdoba y sobre la provincia de Chaco, con escasas precipitaciones asociadas.
“A diferencia de lo que suele creerse, las tormentas y los fenómenos extremos más intensos se producen cuando existen déficits de humedad y no a la inversa”, indicó Deanne.
Para octubre se prevé un aumento de las temperaturas, aumento en la intensidad del viento del norte y disminución de la humedad relativa en horas de la tarde. Seguirán las lluvias por debajo de los valores normales, aunque la situación comenzaría a mejorar hacia finales del mes.
En octubre, además, se proyectan fuertes eventos de tiempo severo sobre este Córdoba, norte de Santa Fe y Chaco, con granizo muy grande, ráfagas de viento y algunos tornados especialmente a finales del mes. Las lluvias que eventualmente podrían presentarse en esa región estarían mal repartidas.
En cuanto a la tendencia para los meses de noviembre y diciembre, se estiman temperaturas por encima de los valores normales y en algunos casos muy por encima de dichos valores. También un aumento de las precipitaciones, aunque aún con tendencia a permanecer por debajo de los valores normales en noviembre y algo más normales en diciembre, pero con malas distribuciones geográficas. Habría peligro de eventos severos sobre algunas zonas de Córdoba y el centro-sur de Santa Fe.
Por su parte, en el centro-oeste de la provincia de Buenos Aires, para el mes de julio se proyectan fríos intensos con probabilidad de fuertes heladas. A lo largo del mes de agosto se producirían fuertes irrupciones de aire frío, pero las mismas se irán mezclando con algunos temporarios aumentos de temperaturas.
Para septiembre, se esperan fuertes cambios con una alta inestabilidad. Se mezclarán períodos de tiempo bien frío con fuertes heladas, a los que seguirán días cálidos, muy secos y ventosos. También habrá probabilidad de tormentas primaverales con escasas lluvias asociadas. El promedio final de lluvias será nuevamente por debajo de lo normal, aunque algo más suave que el mes anterior.
En octubre, habría un aumento generalizado del tiempo severo sobre algunos sectores de las regiones centro-oeste de Buenos Aires y este de La Pampa. El cruce entre las masas de aire cálido y frío se hará sentir de manera intensa. Se producirá una formación de grandes sistemas de tormenta, con precipitaciones finales escasas y levemente por debajo de los valores normales (aunque lloverá más que sobre las áreas ubicadas hacia el norte del país). Habrá continuidad de riesgo de heladas.
En cuanto a la tendencia para noviembre y diciembre, se proyecta una continuidad en los bruscos cambios de tiempo, especialmente en noviembre, donde seguirían siendo probables algunas heladas aisladas sobre el centro de Buenos Aires. Las lluvias comenzarían a normalizarse, aunque muy mal repartidas en el espacio y en el tiempo.
Las únicas zonas que pueden esperar lluvias superiores a las normales en los próximos meses serán aquellas de la Costa bonaerense que se extienden desde Chascomús hasta Madariaga (donde el efecto Sudestada brindará en algunos casos excesos hídricos).
