-Con el cierre de las exportaciones, ¿cómo queda el negocio para los exportadores argentinos?
-La primera respuesta rápida es que con las exportaciones cerradas las empresas también quedan cerradas, esta es la forma más rápida y sencilla de explicarlo. Por otro lado, quedó una parte abierta que es la posibilidad de exportar la Cuota Hilton que representa sólo el 6% en peso del animal o un 15 o 20% de su valor. Esta situación obliga a quienes permanentemente hemos abierto y buscado otros mercados a colocar en el mercado interno todo el resto del animal, y esto lo hacemos sin conocer realmente cómo se manejan en el mercado interno, con lo cual la decisión de continuar tomando todo este riesgo depende de cada empresa, pero literalmente su tarea específica está terminada.
-¿Cómo reaccionaron sus compradores cuando se enteraron que no les iba a vender más carne?
-No lo podían creer. Estamos en un momento en que la Argentina es prácticamente el único abastecedor de los mercados europeos, parece mentira, pero unilateralmente nos autoflagelamos y nos proscribimos. Por más vuelta que se le dé al asunto esta situación es totalmente increíble para ellos. El contexto mundial hoy muestra que Brasil está con algunos problemas sanitarios por la aftosa, de gran parte de su territorio no pueden enviar a Europa. Uruguay está colocando sus carnes en mercados más atractivos que el europeo, como Estados Unidos; por otra parte, Australia y Nueva Zelanda están supliendo las complicaciones que tiene Estados Unidos por el tema de la vaca loca abasteciendo el sudeste asiático. Por ende hoy en Europa están necesitados absolutamente de la carne argentina, y en un momento en el que nosotros podríamos haber hecho la diferencia marcando la calidad de nuestra carne y entrando fuertemente en los mercados nos encontramos con esta dificultad que nos imponen desde el Gobierno.
-¿Cómo cree que va a reaccionar el mercado internacional cuando la Argentina pueda y quiera otra vez exportar?
-Estas medidas generan una lesión muy importante al sector. Lo más probable es que si mañana queremos volver a enviar carne, con un contrato a largo plazo, nadie nos crea. Ya no somos una nación confiable en el mercado internacional.
-Antes de la suspensión, las exportaciones iban muy bien, incluso se exportaban cortes Hilton fuera de la cuota ¿Qué proporción estaban manejando?
– De los mismos cortes de la Cuota Hilton, el cuadril, el bife y el lomo, normalmente se estaban exportando dos o tres veces la misma cantidad sin Cuota Hilton e independientemente de eso se mandaba en algunos casos a Europa y a Chile la gran mayoría, después todo lo que compone la rueda y el pecho del animal se enviaba a otros países.
– En el 2004 usted decía que se necesitaban con urgencia medidas que alentaran la producción ganadera y comentaba el tema del stock ganadero; luego de dos años todo sigue igual y para colmo estas medidas del Gobierno. ¿Cuál es su sensación como empresario que advirtió el conflicto y parece que no fue escuchado?
-Afortunadamente sigo pensando lo mismo que años atrás; realmente creo que hay una visión equivocada de la problemática del sector, si bien en ese momento estábamos necesitados de políticas ganaderas, dos años después seguimos sin esas políticas. Todos los que estamos en el sector dimos nuestra opinión, acercamos ideas y estrategias, pero todo quedó en la nada.
– Usted fue uno de los empresarios que colaboró en la realización del plan ganadero, ¿encuentra alguna respuesta de por qué no se concretó?
-La verdad que no entiendo por qué terminó en un cajón. Realmente es increíble y todos los que estamos en el sector permanentemente intentamos inculcar a quienes nos están gobernando que es necesario esa política. Nosotros no hablamos y nada más, acercamos una gran cantidad de ideas y conceptos para el plan ganadero nacional, pero no pasó nada. Lamentablemente estamos sin rumbo, y mucho más ahora con políticas muy fuertes, por no decir casi dictatoriales, donde la actividad queda cuarteada por decisiones inesperadas e increíbles. La cuestión es muy simple: si no se aumentan los índices de productividad del rodeo, si el stock ganadero no crece y no se alienta a la producción, muy difícilmente podremos salir de este gran problema.
– Usted es el vicepresidente de la Asociación Argentina de Criadores de Limousin y el año pasado generaron una campaña para promocionar la raza e incluso consiguieron un cupo de la Cuota Hilton, ¿cómo queda la raza hoy con este panorama?
– La verdad es que la raza quedó totalmente descolocada. El año pasado exportamos e incluso abrimos nuevos mercados, convocamos a los productores para que hagan novillos de exportación y hoy todo quedó en la nada. Como contrapartida, la Limousin es una raza muy plástica y ahora haremos novillos más livianos para el mercado interno, pero éste no era el fin de nuestro trabajo.
En realidad, toda esta coyuntura demuestra que todo lo que emprendamos es pan para hoy y hambre para mañana.
Yanina Otero
yotero@infocampo.com.ar
