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Rejuvenecimientos a través de la fertilización

Con la aplicación de nitrógeno favoreceremos la producción del componente de gramíneas de nuestras pasturas y con el fósforo lo que haremos será ayudar a las leguminosas como las alfalfas y los tréboles.

Con la aplicación de nitrógeno favoreceremos la producción del componente de gramíneas de nuestras pasturas y con el fósforo lo que haremos será ayudar a las leguminosas como las alfalfas y los tréboles.
infocampo
Por Infocampo

Las praderas y pasturas cumplen una función de relevancia en los sistemas de producción de carne y leche en nuestro país. Debido a esta posición de real importancia para este tipo de planteos es vital que su utilización se extienda en el tiempo de manera de aumentar su vida útil o de mejorar su productividad.

Al respecto, la fertilización es una herramienta que resulta válida para lograr este objetivo, básicamente con la aplicación de nitrógeno favoreceremos la producción del componente de gramíneas de nuestras pasturas y con el fósforo lo que haremos será ayudar a las leguminosas como las alfalfas y los tréboles.

Otra opción no excluyente con la fertilización es una práctica denominada rejuvenecimiento, que consiste en, una vez finalizado el período de producción lógico de la pastura, suprimir con un herbicida (comúnmente glifosato) el crecimiento de la misma para favorecer la entrada en producción de elementos constituyentes de la misma pero en posición disminuida de competencia o la promoción de nuevas especies agregadas a la misma. Ejemplos de la primera pueden ser la misma alfalfa, el rye grass o la cebadilla, o avena y rye grass para el segundo caso.

De esta manera, la aplicación de glifosato y la fertilización estratégica (P para leguminosas y N para gramíneas) nos permite a un bajo costo recuperar la productividad de pasturas degradadas. En caso de que el objetivo sea promover a la alfalfa debemos tener presente el stand de plantas de esta ya que debe ser suficiente como para garantizar una buena producción.

Otro elemento a tener en cuenta es que la pulverización debe realizarse luego de un pastoreo intenso de esta especie para no afectarla en el siguiente rebrote.

Otras prácticas comúnmente utilizadas en los últimos años son las siembras al voleo, de avena, rye grass, cebadilla, entre otras especies, sobre cultivos en pie de maíz o sorgo (siembras aéreas) o inmediatamente luego de la cosecha, lo que permite adelantar la implantación y posterior utilización del recurso forrajero.

En algunas oportunidades es recomendable luego del voleo de la especie de interés realizar un pastoreo intenso de manera de permitir un mejor contacto de las mismas con el suelo y mejorar la llegada de luz a estratos inferiores, sobre todo cuando el nivel de rastrojos es elevado.

Joaquín Rabasa

Especial para Infocampo

Con la aplicación de nitrógeno favoreceremos la producción del componente de gramíneas de nuestras pasturas y con el fósforo lo que haremos será ayudar a las leguminosas como las alfalfas y los tréboles.
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Por Infocampo

Las praderas y pasturas cumplen una función de relevancia en los sistemas de producción de carne y leche en nuestro país. Debido a esta posición de real importancia para este tipo de planteos es vital que su utilización se extienda en el tiempo de manera de aumentar su vida útil o de mejorar su productividad.

Al respecto, la fertilización es una herramienta que resulta válida para lograr este objetivo, básicamente con la aplicación de nitrógeno favoreceremos la producción del componente de gramíneas de nuestras pasturas y con el fósforo lo que haremos será ayudar a las leguminosas como las alfalfas y los tréboles.

Otra opción no excluyente con la fertilización es una práctica denominada rejuvenecimiento, que consiste en, una vez finalizado el período de producción lógico de la pastura, suprimir con un herbicida (comúnmente glifosato) el crecimiento de la misma para favorecer la entrada en producción de elementos constituyentes de la misma pero en posición disminuida de competencia o la promoción de nuevas especies agregadas a la misma. Ejemplos de la primera pueden ser la misma alfalfa, el rye grass o la cebadilla, o avena y rye grass para el segundo caso.

De esta manera, la aplicación de glifosato y la fertilización estratégica (P para leguminosas y N para gramíneas) nos permite a un bajo costo recuperar la productividad de pasturas degradadas. En caso de que el objetivo sea promover a la alfalfa debemos tener presente el stand de plantas de esta ya que debe ser suficiente como para garantizar una buena producción.

Otro elemento a tener en cuenta es que la pulverización debe realizarse luego de un pastoreo intenso de esta especie para no afectarla en el siguiente rebrote.

Otras prácticas comúnmente utilizadas en los últimos años son las siembras al voleo, de avena, rye grass, cebadilla, entre otras especies, sobre cultivos en pie de maíz o sorgo (siembras aéreas) o inmediatamente luego de la cosecha, lo que permite adelantar la implantación y posterior utilización del recurso forrajero.

En algunas oportunidades es recomendable luego del voleo de la especie de interés realizar un pastoreo intenso de manera de permitir un mejor contacto de las mismas con el suelo y mejorar la llegada de luz a estratos inferiores, sobre todo cuando el nivel de rastrojos es elevado.

Joaquín Rabasa

Especial para Infocampo

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