En cambio, con emergencia y distribución parejas de plantas se obtiene una buena uniformidad. La tarea de siembra requerirá, en consecuencia, un cuidado muy especial para poder lograr una distribución equidistante de plantas en la línea de siembra (horizontal) y una uniformidad en la profundidad de la semilla en el suelo (vertical); ambos factores con gran influencia sobre el tamaño final de cada planta, y por ende de la homogeneidad de tamaño de las plantas. Hoy con el nivel alcanzado en la maquinaria, específicamente en sembradoras, no existen limitantes tecnológicas para alcanzar los objetivos mencionados. Al respecto, si bien los sistemas de dosificación neumáticos son superiores a los mecánicos, con ambos pueden lograrse buenas siembras. En consecuencia, será responsabilidad exclusiva del operario la realización de una tarea eficiente. Respecto de la densidad de plantas logradas en ambientes de alta productividad debemos apuntar a valores próximos a las 85.000 pl/ha. En ambientes de menor aptitud conviene disminuir la densidad hasta valores de 70.000 pl/ha. La distancia entre líneas puede ser 52,5 o 70 cm; aunque a 52,5 cm se logra una más rápida cobertura del suelo, una mejor distribución de plantas en el espacio, y principalmente una más homogénea exploración del perfil del suelo con las raíces. Todo ello implica mejores resultados productivos en el promedio de los años.
Joaquín Rabasa
Coordinador regional de AAPRESID
Especial para Infocampo
