Las ventas del país al Mercosur representaron en los últimos tres trimestres de 2014, en comparación con los mismos períodos de años anteriores, las más bajas desde 2010. De acuerdo con la consultora DNI, en los primeros nueve meses de este año las exportaciones al bloque regional disminuyeron 10,8 por ciento (pasaron de US$ 16.902 millones a US$ 15.76 millones).
“Resulta sumamente paradójico el interés de representar a la Argentina ante el Mercosur de las principales figuras del país cuando hemos sido el Estado con peores resultados dentro del bloque”, afirmó Marcelo Elizondo, director de la consultora especializada DNI. “La Argentina muestra caídas en importaciones desde el Mercosur y en exportaciones hacia el bloque regional como consecuencia de políticas anticomercio que no han respetado las normas del propio bloque”, completó.
Las exportaciones argentinas vienen retrocediendo desde hace meses. Las ventas al exterior, por caso, cayeron 20% en noviembre, según los datos del Indec. Se trató de la peor performance en lo que va del año. Sin embargo, es todo el comercio exterior argentino el que se reduce desde 2011, cuando el Gobierno impuso las restricciones comerciales y cambiarias para frenar la fuga de divisas. El Mercosur no estuvo exento de esos cepos, según publicó La Nación.
Por eso también las importaciones argentinas desde el Mercosur retroceden año tras año. Más precisamente, las compras de la Argentina en el exterior se derrumbaron 31% desde 2011 hasta la actualidad si se toman los acumulados de los primeros tres trimestres de cada año.
“Este problema se profundizó este año cuando Axel Kicillof se reunió con los 75 importadores más importantes y les pidió que traten de estirar el pago a sus proveedores a 120 días cuando en ese momento eran 40”, contó Miguel Ponce, uno de los directores del Centro de Estudios para el Comercio Exterior del siglo XXI.
Según el gerente de Relaciones Institucionales de la Cámara de Importadores, cuando se cayó el acuerdo con los holdouts -el 30 de julio pasado- comenzó a acumularse una deuda de los importadores con sus proveedores que alcanza los US$ 5500 millones. Esto se da, principalmente, entre las automotrices y con el socio más grande del Mercosur: Brasil.
