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Trigo: aún falta sembrar el 25%

En el centro-oeste de Córdoba siguen sufriendo el descenso de los niveles de humedad para el trigo lo que limitaría el número de granos de los cultivos. En el sudeste de Buenos Aires continúa la siembra con dificultades.

En el centro-oeste de Córdoba siguen sufriendo el descenso de los niveles de humedad para el trigo lo que limitaría el número de granos de los cultivos. En el sudeste de Buenos Aires continúa la siembra con dificultades.
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Por Infocampo

Hacia fines de la semana pasada se sembraron 4,15 millones de hectáreas de trigo, cubriendo el 76,1% de las 5.450.000 hectáreas proyectadas.

La implantación continúa adelantada respecto a igual fecha del año pasado con una diferencia del 4%. Así lo indicó el Informe de la Bolsa de Comercio de Cereales (BCBA).

Al mismo tiempo se confirmó que las limitaciones hídricas en el centro-oeste de Córdoba terminaron reduciendo gran parte de la superficie que se planeaba sembrar. Las lluvias de la semana del 10 permitieron sumar algunas hectáreas en las regiones trigueras del sur, sin embargo en el carente sudoeste agrícola apenas llegaron a humedecer los primeros centímetros del seco perfil.

La franja centro-oeste de Córdoba no recibió recargas hídricas y ante las elevadas temperaturas siguió sufriendo el descenso de los niveles de humedad.

En el noroeste provincial la restricción de lluvias limitaría la diferenciación de espiguillas y consecuentemente el potencial numero de granos de los cultivos.

Hacia el centro cordobés las siembras están concluidas. La falta de humedad superficial finalmente impidió realizar gran parte de la superficie prevista, por lo que en los departamentos de Rio Primero, Rio Segundo y Rio Tercero sufrieron una importante retracción del área respecto al año pasado, calculada preliminarmente de un 35a un 40% menos.

Las condiciones muy favorables del norte bonaerense continúan evolucionando muy bien., mientras que en el norte de La Pampa las elevadas temperaturas aceleraban excesivamente el desarrollo y crecimiento de los trigales. Esto ocasionaba plantas menos rusticas y más susceptibles a las bajas temperaturas, lo cual se evidenció con el amarilleo posteriormente causado con heladas de baja intensidad. Paralelamente, los cultivares intermedio-largos usualmente implantados requerían temperaturas más bajas.

Granos gruesos. Para maíz y soja campaña 2005/2006 prácticamente concluyó la recolección y quedan muy pocos plantíos en pie que seguramente serán destinados a la alimentación animal. La producción de grano comercial se sostiene en 14,4 millones de toneladas a partir de una superficie cosechada de 2,02 millones y un rendimiento promedio de 65,4 qq/ha. Como ya se mencionó en otras oportunidades, la BCBA indica que la producción de soja acumuló un volumen de 40.750.000 toneladas.

Para el girasol 2006/2007, ya se iniciaron activamente las siembras en la provincia del Chaco y en el nordeste de Santa Fe. Las expectativas iniciales indican que los productores locales ampliarían el área destinada al oleaginoso. Este escenario probablemente se repita en el sur de Córdoba, en La Pampa y en el sudoeste de Buenos Aires.

La BCBA estimó que se perfila a nivel nacional un incremento del 11% respecto de la temporada anterior. Tentativamente la superficie cultivada proyectada ascendería a 2.46 millones de hectáreas contra 2,21 durante la campaña agrícola precedente.

Esta estimación supone un incremento importante en las provincias del nordeste, pero supeditadas claramente a una modificación favorable en la humedad edáfica durante el mes de agosto particularmente en el domo central chaqueño. La implantación temprana y en siembra directa en esta provincia del norte ha comenzado tempranamente aprovechando el agua acumulada en el perfil del suelo por lluvias anteriores, aún con el riesgo de enfrentar posibles heladas durante las primeras etapas vegetativas. La proyección actual se sustenta también en el reemplazo del trigo por el girasol en el sur y sudoeste de Córdoba, La Pampa y en el sudoeste de Buenos Aires atento a las limitantes hídricas que enfrenta el cereal en todas estas regiones.

En la gran cuenca girasolera del sudeste bonaerense no modificaría sustancialmente la superficie sembrada respecto del año anterior, debido a la fuerte competencia que está ejerciendo la soja en los últimos años. De concretarse, el aumento pronosticado a nivel nacional sería el tercero consecutivo luego de la muy reducida siembra mostrada durante la temporada agrícola 2003/04.

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