El establecimiento lácteo formoseño “Santa Úrsula” está situado en inmediaciones de la localidad de Tatané, a 55 kilómetros de la ciudad capital, y está destinado a la producción de quesos artesanales de alta calidad y variedad, saborizados con especias locales.
La empresa es un gran desafío empresarial de enormes perspectivas, cuya producción ya se observa en el mercado interno provincial.
“Santa Úrsula” comenzó con mucho ímpetu la etapa de preparación para producir queso de mozzarella de leche de búfala, animales con que cuentan en su establecimiento, y la mentalidad comercial es colocarla tanto en el mercado local y regional como internacional.
La primera usina láctea de la provincia se fundó bajo la administración de Raúl Néstor Maglietti, hoy impulsor de estas iniciativas, que comenzó su gama de productos elaborando yogures saborizados y exquisitos dulces de leche artesanales.
Maglietti emprende estos nuevos desafíos con su grupo familiar y, así, el principal impulsor de este emprendimiento es Bernardo, quien se prodiga en hacer conocer sus nuevos productos. Para ello fue preciso reacondicionar el reequipamiento de la usina láctea y contó con el acompañamiento financiero y técnico de distintas áreas del Gobierno provincial.
De este modo, se produce queso artesanal de primera calidad, saborizado con especias como orégano y otras especias altamente finas, que le brindan un sabor más que singular. Los productos se presentan en el mercado adecuadamente envasados, con un peso de unos 600 gramos.
En una futura e inmediata etapa, se integrará a estos productos la elaboración de quesos de mozzarella de leche de búfala.
La propuesta del queso artesanal saborizado ya está en marcha, y poseen una alta calidad alimentaria. Es de esta manera que, con mirada puesta en el futuro, la empresa tiene los objetivos destinados en conquistar el mercado de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, y desde allí proyectarse hacia terceros mercados internacionales. La misma intención está puesta en los quesos de mozzarella de leche de búfala, merced a su calidad alimentaria y altas propiedades nutritivas, además de ser una elaboración noble, de fácil digestión, refrescante, y que bien puede sustituir a los quesos tradicionales, puede ser de aceptación en el mercado lácteo.
