Mastellone, tras precisar que la suba de la leche fue del 3,5 por ciento y 4 por ciento en otros productos, dijo que los incrementos “se debieron a mejoras salariales y aumentos del precio de la materia prima” y que los nuevos valores serán “definitivos” para lo que resta del año.
En declaraciones radiales, el empresario -lejos de confrontar con el gobierno- sostuvo que la suba de las retenciones busca “un equilibrio porque la exportación se estaba llevando toda la leche del país y el mercado interno iba a quedar desabastecido”.
Al ser consultado sobre si coincidía con la medida, Mastellone contestó afirmativamente y dijo que “es razonable porque buscó un equilibrio. Si no en 60, 90 días hubiera habido otro aumento en el precio de los productos lácteos y hubiera habido desabastecimiento”.
El empresario consideró, además, que los precios internacionales que obtienen los exportadores lácteos “son muy altos. Realmente, lo mejor sería que no hubiera habido retenciones, pero tampoco se puede tolerar un aumento de la leche de un 10 por ciento”, acotó.
Mastellone evitó contestar si la medida representa un castigo al sector y se limitó a decir que apuntaba a la búsqueda de “un equilibrio entre el mercado interno y la exportación”.
“Lo ideal hubiera sido que el mercado interno pudiera pagar los precios que paga la exportación, pero en la Argentina la gente no puede gastar lo que se gasta en otros países del mundo en lácteos, donde hay precios muy altos”, aseveró.
Por último, el empresario deslizó que si no se tomaba una medida de este tipo ahora, “justo cuando llegaran las elecciones íbamos a tener desabastecimiento de leche”.
