La Argentina es el primer exportador mundial de maíz pisingallo. En 2006 se embarcó el 95,5% de la producción nacional, que, según fuentes privadas, alcanzó las 178.000 toneladas.
El âpochocloâ, tal como se lo denomina en la Argentina no fue tradicionalmente incorporado al consumo local (excepto en mega centros de entretenimientos); el año pasado el mercado interno habría absorbido apenas unas 8000 toneladas.
La demanda externa exige mercadería libre de organismos genéticamente modificados y que el grano de maíz tenga una expansión de 40 (cc/g), aunque algunos compradores solicitan 45 de expansión.
Alberto Marchionni, de la firma Alberto L. Marchionni S.A., dedicada a la producción y exportación de esta especialidad, indica que el pisingallo ofrece ciertas ventajas al empresario agrícola. âEn semillas el ahorro es de 30 u$s/ha con respecto al maíz convencional y además se utilizan menos fertilizantes nitrogenadosâ, comenta.
En cuanto al precio, Marchionni señaló que los productores de pisingallo reciben actualmente entre 210 y 220 u$s/tonelada. âEl valor está vinculado a los precios del maíz convencional, aunque no en forma directaâ, apunta Marchionni, cuya empresa produce unas 8000 toneladas anuales de pisingallo en campos del norte y sudeste de Buenos Aires.
En la mayor parte de los casos la comercialización se hace por contrato previo a la siembra; se fija un valor de antemano para la próxima campaña (como en un forward) o bien éste se determina posteriormente a partir del valor FOB de la venta que realice el exportador menos un porcentaje.
En marzo de 2007 se declararon en la AFIP ventas externas de maíz pisingallo a granel por 304,1 toneladas a un valor promedio ponderado de 280 u$s/tonelada; el destino declarado fue Brasil.
En marzo de 2006 se habían declarado exportaciones âtambién con destino a Brasilâ por 344,0 toneladas a un valor promedio ponderado de 165,8 u$s/tonelada. Es decir: los valores FOB se incrementaron casi un 69% en el último año.
âEl pisingallo se siembra a temperaturas de suelo superiores a 12 °C, por lo cual la implantación es más tardía que la del maíz convencional; en cuanto a la cosecha, es muy importante el uso de máquinas con cilindros axiales, porque producen menor daño mecánico al tegumento del granoâ, destaca Marchionni.
La empresa de Marchionni tiene su sede central en Hughes (Santa Fe) y la planta procesadora de pisingallo en Pergamino. Además produce semilla de soja, maíz convencional, semilla de trigo; este año también sembrará girasol y colza.
Alexia Giménez
