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No culpen a los granos por la inflación

Mientras Diouf pronostica cataclismo político social por el alza de los commodities agrícolas en países del Tercer Mundo, Conner confía en las leyes de mercado y que el año que viene se producirá mucho más.

Mientras Diouf pronostica cataclismo político social por el alza de los commodities agrícolas en países del Tercer Mundo, Conner confía en las leyes de mercado y que el año que viene se producirá mucho más.
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Por Infocampo

Para ser sinceros, pensábamos dedicar este espacio al tema retenciones, donde los rumores suenan a “profecía autocumplida”.

Pero en la Redacción de Infocampo preferimos abordar un tema estratégicoglobal de los agronegocios: ¿esque ahora los productores rurales tienen la culpa de la inflación y lascrisis sociales?

Esta semana, Jacques Diouf, director general de la FAO (Food and AgriculturaOrganization) de las Naciones Unidas se despachó diciendo que, entre otros factores (clima, demanda), los biocombustibles son impulsores del alza de los commodities agrícolas y que los actuales niveles de precios de los granos generan “riesgo de disturbios sociales y políticos en los países del Tercer Mundo (un anacronismo) en los próximos meses o años”.

No llama la atención esta declaración, en el contexto de las visiones simplistas donde los pobres son siempre los buenos y los ricos, siempre los malos.

Así, el fondo de la cuestión es que la culpa de todo es de los productores, particularmente de los farmers del primer mundo y luego de los chacras argentinos o los gaúchos brasileños, que aprovechan la bonanza de precios.

El título de la noticia “Preocupan Cotizaciones en los Cereales”, donde están las declaraciones de Diouf es un llamamiento a que la sociedad busque los culpables en la producción.

Pero en la misma semana, el flamante secretario de Agricultura de los EE.UU., Chuck Conner, sin quererlo, terminó contestando los dichos de Diouf.

Conner se encontraba en una conferencia de la satánica Asociación de

Combustibles Renovables, exponiendo sobre la política de su país en la materia.

Parece que allí también le imputan a los commodities que los precios de los alimentos hayan aumentado el 3,5 a 4%, contra una tasa de 2,7% en los últimos tres años. Incluso, noticias en los EE.UU. culpan a la industria del etanol del aumento de la salsa ketchup.

¿Qué explicó Conner en esa reunión?

1) De cada dólar que los consumidores estadounidenses gastan en las góndolas de alimentos, al farmer le llegan 20 centavos.

2) El 80% restante corresponde a packaging, logística, márgenes de la industria y el minoreo, etcétera, etcétera.

3) Ese 80% del valor de los alimentos está vinculado al precio del petróleo, que sigue en franca suba.

4) Por tanto, el gran disparador de la inflación es el petróleo y no el agro.

5) Además, la sequía en la UE, Australia y Asia, recortó dramáticamente la cosecha de trigo.

6) El mercado de Asia (China, la India) sigue muy activo, demandando más productos.

A diferencia del mensaje de Diouf, el de Conner es optimista: precios altos son el mejor estímulo para que los productores siembren más, apliquen más tecnología y produzcan más. Y con más producción, los precios se corrigen.

“Vamos a ver este año una prueba positiva de la vigencia de la ley de la oferta y la demanda”, sostuvo Conner. Un mensaje tranquilizador en medio de la confusión.

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