Un informe elaborado por la consultora CCA y difundido por Granar señaló que “las precipitaciones recientes generaron recargas favorables, aunque fueron excesivas para las zonas anegadas de Buenos Aires”.
“El regreso de las precipitaciones a gran parte de las zonas agrícolas de la región pampeana era muy esperado, principalmente en sectores del centro oeste de Córdoba, donde las mismas reaparecieron en forma relativamente generosa luego de un mes de ausencia, solo interrumpida por eventos de pobres milimetrajes. Lo mismo puede decirse para el noroeste entrerriano e incluso para algunas zonas del norte de Buenos Aires y el sur de Santa Fe”, explicó la consultora.
En tanto, indicó que “desde la jornada del lunes se observó un aumento de la temperatura y la humedad que llegó a su apogeo en la jornada del miércoles. Para entonces comenzaba a ingresar desde el sur un sistema frontal que desde la tarde de aquella jornada, comenzó a dejar lluvias en gran parte de La Plata y Buenos Aires. Las mismas luego se generalizaron sobre las provincias del centro, para finalmente quedar recostadas sobre el noreste del país, con milimetrajes dispares y en general escasos en zonas necesitadas del NEA, con mayor volumen sobre el centro norte de la Mesopotamia. Las precipitaciones dispersas que aparecieron entre el domingo y el martes se sumaron a las más generalizadas del miércoles y jueves para terminar cubriendo toda la región pampeana. La oferta de agua puede considerarse en general benéfica, pero haciendo un análisis diferencial de lo sucedido en el centro oeste de Buenos Aires”.
“Los máximos pluviales se posicionaron en una franja que se despliega desde la zona de influencia de Río Cuarto hasta Villegas, extendiéndose hacia el sudeste de Buenos Aires, donde los registros vuelven a ganar volumen”, siguió.
Asimismo, el informe aseguró que “hasta las 9 hs de hoy las lluvias han sido más que satisfactorias para buena parte de la región pampeana, sin embargo la configuración del patrón pluvial o de la zona donde se concretaron los máximos pluviales merece un análisis especial. Es conocida la crítica situación de gran parte del oeste de Buenos Aires, principalmente hasta los partidos de Rivadavia, Trenque Lauquen, Pehuajó y Bolívar. La zona tiene muy poca capacidad de drenaje y si bien en lo que va de noviembre no puede considerarse que los acumulados de lluvia no se ajusten a los valores normales, a este sector particularmente deprimido, derivan los excesos pluviales del sur de Córdoba y del sur de Santa Fe. Es decir se plantea una situación de continuidad para la inundación de vastos sectores de los partidos complicados del centro oeste y noroeste de Buenos Aires. No es solo el problema que plantea la falta de piso, sino el deterioro de los caminos rurales que impiden llegar a los campos con potencial para desarrollarse”.
“Contrastando con esta situación negativa, estas lluvias son excepcionalmente favorables para los maíces de la franja central e incluso para las zonas más altas de los partidos comprometidos por los anegamientos. Para zonas como el centro oeste de Córdoba o el norte de esta provincia la oferta posiblemente se ha quedado algo corta, pero al menos es un paliativo para las sementeras que ya aumentaron su demanda hídrica. Debería repetirse otro evento similar en la próxima semana para mantener un buen paso en el nivel de reservas y además beneficiar a las siembras que estas precipitaciones seguramente darán impulso”, manifestó.
Y sostuvo que “el mes de noviembre no hace más que traer otro ejemplo de la fuerte variación intermensual que está mostrando el patrón pluvial. Estas variaciones no pueden relacionarse con forzantes climáticos de gran escala conocidos y esto complica la tendencia a largo plazo”.
“Como saldo de las precipitaciones observadas desde el domingo, se plantea una situación de reservas con una mejora muy oportuna dado que otra semana más sin precipitaciones hubiese devenido en un retroceso muy marcado y el mal recuerdo de diciembre del año pasado comenzaba se hubiese posicionado como un elemento pesimista”, añadió CCA.
Por otro lado, afirmó que “aparecen franjas de excesos hídricos siguiendo la distribución de los máximos pluviales. El problema reside que en zonas del centro oeste y noroeste de Buenos Aires, posiblemente también el sudeste de Córdoba y las vecindades de Santa Fe, los escurrimientos se vuelven cada vez más complejos y solo las zonas altas quedan aptas para la evolución satisfactoria de los cultivos o incluso para implantaciones que aún no se concretaron. Estos excesos hídricos, son excluidos por los cálculos de balances próximos, sin embargo queda claro que el agua en las zonas bajas del centro oeste de Buenos Aires, seguirá afectando posiblemente por varios meses más al sector. Hacemos hincapié en que la lluvia recibida en el partido de Pehuajó o Rivadavia, por dar un ejemplo, son valores que se asocian a guarismos normales para el mes de noviembre. Es decir, la zona necesita un comportamiento pluvial deficitario, que obviamente perjudicaría a los sectores que no tienen este problema”.
“Como se ha podido comprobar, el mes de noviembre ha mostrado una separación entre eventos pluviales. Igualmente es muy probable que en buena parte de la región pampeana se acumulen los valores cercanos a los normales para el período. Esto indica que han decrecido los volúmenes pluviales respecto de octubre y se perfila un comportamiento normal para el mes de diciembre. Si esta tendencia se valida, el maíz sembrado temprano queda muy bien encaminado hacia rendimientos con piso en marcas normales. Para la soja esto también sería una buena noticia, dado que permitiría enfrentar el mes de enero con buenas reservas, recordando que naturalmente enero presenta períodos secos y olas de calor”, finalizó.
