Franco Macri no es un hombre de medias tintas. Contesta sin pudor las preguntas que a otros incomodan y responden con evasivas. No tiene empacho en defender al Gobierno ni en reconocer las diferencias que lo separan de su hijo Mauricio.
El empresario volvió a dar muestras de esa frontalidad en una entrevista a la revista Noticias, en la que se mostró consciente del impacto que puedan llegar a tener sus palabras. “Si digo lo que realmente desearía, me van a matar, pero lo digo igual: para mí, el nuevo presidente tiene que salir de La Cámpora”, confesó. Ese deseo se apoya en dos pilares que considera necesarios: la continuidad del kirchnerismo y la irrupción de la juventud en la toma de decisiones.
“Creo que tiene que seguir el partido, con los jugadores y los criterios del kirchnerismo. Si no, estamos queriendo refundar el país a cada rato”, opinó. Admitió, no obstante, que no sabe si en los dos años que restan para las presidenciales el oficialismo será capaz de dar “una figura que nos dé la tranquilidad que necesitamos de que se va a continuar con lo bueno del modelo”. Y luego dejó un guiño para el gobernador Daniel Scioli: “Es un candidato que ha ido mostrando hechos positivos”.
Su posición sobre la participación de los jóvenes es menos clara. “No tienen experiencia, tienen que aprender”, dijo. Pero señaló que “son transparentes y están mejor preparados”.
A su entender, “el recambio recién llegó con La Cámpora”. “Seguramente el próximo gobierno se va a beneficiar de esta política de renovación generacional. Soy muy optimista, porque este gobierno ha sembrado bien, el próximo tendrá que cosechar”, dijo.
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Para Macri, el punto fuerte de la gestión kirchnerista está en “el modelo”. “Hacía años que necesitábamos un gobierno que tuviera un proyecto lógico. Desde Frondizi que no teníamos uno”, apuntó al subrayan el papel que se la ha otorgado en la última década a la industria. “El mayor mérito es tratar de reindustrializar al país”.
Pero no todo son elogios. “Considero terriblemente importante resolver la situación del dólar -dijo-. Somos uno de los pocos países que piensa en dólares como si fuera una moneda propia, lo tenemos arraigado a nivel cultural. Ahorramos en dólares cuando deberíamos tener la de visión de, por ejemplo, comprar títulos de deuda pública argentinos en dólares”.
En el reportaje, Franco fue indagado sobre las aspiraciones presidenciales de Mauricio Macri. “Lo veo presidente”, afirmó. Aunque agregó: “Tiene la mente de un presidente, pero no el corazón. Es una vocación. Ser presidente de un país es renunciar a su propia vida, y eso es algo que nunca le pediría a un hijo”.
