Elaborado por el periodista Douglas Farah, el reporte que dio a conocer el centro (Center for Strategic and International Studies -CISI-), titulado “Un paso hacia adelante, dos para atrás: el tango argentino hacia el colapso” representa una nueva señal de advertencia que surge en territorio norteamericano sobre las políticas del kirchnerismo y el rumbo del país. El análisis asegura que “sin un cambio de curso significativo, la situación se volverá insostenible”.
¿En qué se apoya tan sombrío diagnóstico? Farah hace especial énfasis en tres aspectos: la administración económica, a la que defenestra; la expansión del narcotráfico, que vincula con el Gobierno; y la “corrupción masiva”.
“A diferencia de otros retos que enfrentan los mercados emergentes, las dificultades de la Argentina han sido infligidas por ella misma, resultando del mal gobierno, la corrupción, la falta de transparencia, y el paulatino avance del autoritarismo”, afirma.
El periodista destaca que a un año del último balance que hizo para ese centro, “la situación ha deteriorado de manera significativa” y sostiene que “lo que ha contribuido aún más al creciente sentido de crisis es la falta general de liderazgo por parte de la presidente (Cristina Kirchner), quien se encuentra en delicado estado de salud y gobierna principalmente a través de Twitter”.
“Los resultados de las actuales políticas económicas, junto a la falta de liderazgo y la indiferencia ante la aplicación de la ley, han sido, como podría esperarse, catastróficos”, dice. Y apunta contra los espacios ganados por La Cámpora en el área: “Por medio de un banco perteneciente al Estado, controlan fideicomisos opacos que canalizan cientos de millones de dólares hacia proyectos que muchas veces existen solo en papel”.
El documento cuestiona varias de las últimas medidas adoptadas por el Gobierno, como los controles de precios y de cambio. Subraya, no obstante que el nuevo IPC del Indec fue “paso modesto de utilizar números verídicos y no imaginarios, recibido como señal de un nuevo pragmatismo en el gobierno populista radical”.
“Cada pequeña medida tomada a regañadientes, desde solventar unas cuantas de las docenas de causas jurídicas que tiene pendientes con el Banco Mundial, hasta tratar de abrir conversaciones con el Club de Paris para rescatar su bajísima calificación crediticia—cubre en parte la precipitosa caída del gobierno hacia el colapso económico, político y social”, remarca. “Detrás de los modestos esfuerzos por reintegrarse a la comunidad económica mundial se encuentra un caótico gobierno cada vez más autoritario”.

