La Federación Agraria Argentina realizó este jueves en Rosario, un Congreso Extraordinario con la presencia de cientos de delegados de todo el país. Allí se aprobó por unanimidad una reforma del estatuto de la entidad. La modificación de la carta orgánica federada llegó tras un acuerdo de todos los sectores internos de la organización. Se prevé la incorporación de nuevas secretarías, como la de Género y Derechos Humanos, la de Economías Regionales y la de Economía Social. Además, se fijaron nuevos límites a los mandatos de sus directores.
Tras un amplio debate que duró casi un año y del cual participaron todas las entidades de base, se conformó una Comisión Redactora con representación de todas las líneas internas de FAA. De allí surgió el consenso para el borrador que hoy fue aprobado por unanimidad en Rosario. En su discurso de cierre, Eduardo Buzzi afirmó: “Lo que tenemos con el nuevo estatuto son ideas para hacer más fuerte nuestra organización, herramientas para luchar contra ese enemigo común que es el proceso de concentración alarmante que estamos viviendo. En la Argentina, para poner un ejemplo, la cerealera estatal china compró la mayoría accionaria de Nidera, ni más ni menos. Hay enormes intereses en juego, porque capitales transnacionales y grandes actores de la agricultura mundial, ya han puesto un pie en nuestro suelo. Vienen a quedarse con la siembra, con el agua y con el comercio de granos de nuestro país. En este contexto, todos nosotros tenemos que poner espalda con espalda, como el gaucho Cruz y el gaucho Fierro”.
Luego, Buzzi anunció que este es su último mandato al frente de FAA: “El 22 de agosto cumplo veinte años en función ejecutiva en la Federación Agraria Argentina, desde que asumí como Secretario Gremial tras el trágico fallecimiento de un gran dirigente como fue Mariano Echaguibel. A partir de ahora, estaré peleando por un país más justo desde alguna otra trinchera, aunque seguiré siendo federado toda la vida. Hagamos un acuerdo programático, que nos permita tener una organización cada vez más fuerte. El sueño de la reforma agraria, la felicidad de nuestros terruños, de la agricultura familiar como motor del desarrollo de los pueblos del interior, está intacto. Tenemos que seguir defendiéndolo. Que haya en la Argentina un millón de chacras y no un puñado de grandes actores quedándose con toda la tierra”.

