Pese a que se había pactado no hacer medidas de fuerza por 120 días, el conflicto vuelve a escena lo que impedirá la salida de más de 1,6 millones de toneladas de maíz y soja prevista hasta el 20 de mayo en los puertos de Rosario, valuadas en u$s600 millones.
El problema se inicia por el encuadramiento sindical de extrabajadores del SOMU, hoy llamados autoconvocados, que decidieron pasar a SUPA. Esta última responde a la CGT disidente y la otra, a la CGT oficial.
Según publicó Diario Bae, pero pese a que ambos sindicatos habían acordado que el poder de contratación y el destino de los aportes, el tema no termino ahí. Es por eso que el Ministerio de Trabajo, previo que se lanzara un paro días atrás, pidió tranquilidad frente a la llegada de las divisas y solicitó postergar una reunión para dentro de 120 días.
Pero esto se quebró ayer. Y es que la CGT San Lorenzo a donde esta afiliada el SUPA, decidió no hacer el trabajo de amarre y descarga a la empresa de barcazas UABL que trabaja para la minera Vale Do Rio Doce.

