Lo que no hace mucho podría haber parecido una ilusión o una fantasía propia de las películas de ficción, hoy es una posibilidad concreta gracias al abaratamiento y la miniaturización de la tecnología, según publica La Nación.
Las plataformas no tripuladas UAV o equipamientos que hoy conocemos como drones son equipos propulsados por varias hélices que pueden montar diversos tipos de cámaras fotográficas y filmadoras de alta definición. Así, la tradicional recorrida a pie por un lote para evaluar el cultivo ahora se puede hacer virtualmente desde el aire. Con cámaras de alta definición y con información georeferenciada pueden recorrer con exactitud más de mil hectáreas en menos de una hora.
Pero no solo eso, y lo que es fundamental, permiten la localización de malezas, la estimación de rinde, el seguimiento del cultivo a partir de imágenes multiespectrales (NDVI), la previsión de daños climáticos (heladas, granizo, viento) y la detección de enfermedades e insectos, entre otros beneficios.
En el segundo capítulo de Campo2020 nos introducimos en este apasionante mundo de los drones y su uso en el agro.
