El Senado brasileño dispuso este mediodía por amplio margen que la ex presidente Dilma Rousseff fuera destituida de su cargo, mientras se disponían a decidir si además sería impedida de ejercer puestos políticos durante un lapso de ocho años. En su lugar quedará el vicepresidente Michel Temer, actualmente a cargo del Poder Ejecutivo, según publica Infobae.
Los senadores debieron responder la pregunta: “¿La acusada cometió crímenes de responsabilidad y debe ser condenada con la pérdida del cargo y el impedimento para ejercer cargos públicos por 8 años?”.
Para la destitución, debían conseguirse 54 votos positivos. En cambio, fueron 61 los senadores a favor de apartar a la ex mandataria del Partido de los Trabajadores (PT) como presidente de Brasil. Sólo 20 legisladores apoyaron a Rousseff, en lo que marca un fuerte debilitamiento del PT en el juego político brasileño.