Este licenciado en Economía de la UBA y consultor en temas de macroeconomía no prevé que las tensiones entre control de precios, metas inflacionarias y tendencias de la economía global termine generando un estallido post eleccionario (2007). Habitualmente crítico de la política económica, en la entrevista concedida a Infocampo dio una visión cauta sobre la evolución de las variables económicas.
âNo veo que en el período 2007 – 2011 vaya a haber una explosión similar a la hiperinflación o al plan de Martínez de Hoz (1976/1981), o la convertibilidad misma. No veo esas explosiones, donde la Argentina pasa de crecer al 8% anual, a contraerse el 15%â, disparó el economista.
-Desde su punto de vista, ¿hasta cuándo y hasta cuánto se puede mantener una inflación controlada en los términos que quiere el Gobierno?
-Yo creo que una inflación de alrededor del 10%, como se ha llegado en este año, se puede mantener sólo con medidas como las que hemos tenido durante este 2006, como la prohibición de la exportación de carnes, las limitaciones de tipo âvoluntariasâ a las exportaciones de leche o el aumento del índice de referencia para las liquidaciones de las retenciones a los envíos de trigo, o los controles de precios, que se llaman así erróneamente, ya que de búsqueda de acuerdo no tienen nada. En definitiva, el Índice de Precios al Consumidor (IPC) bajó muy poco este año, alrededor de dos puntos, y todas estas medidas han sido irrelevantes para lograr esa merma, pero sí son relevantes para afectar negativamente la inversión ya que si un productor no puede fijar el precio que quiere a la mercadería que produce es evidente que la inversión no va a crecer. También aquel que produce commodities va a dejar de invertir porque sabe que en cualquier momento le pueden cerrar la exportación. En definitiva, el IPC se está utilizando más con fines políticos que para otra cosa. La inflación está hoy alrededor del 14 o 15% y lo que está por debajo del 15% es consecuencia de estas medidas muy concretas.
-¿Puede haber una inflación premium conviviendo con esta inflación oficial del 10%? Tomando como ejemplo un empresario del sector agroalimentario ¿sus costos pueden ser superiores al 10%?
-Sí, sin lugar a dudas, aunque no hay una Biblia que diga qué indicador hay de tipo real de cambio, la literatura enseña que no hay muchas maneras de tipos reales de cambio. Quiero decir con esto que hoy el aumento de los costos para el productor de agroalimentos en promedio está en un piso del 15% anual o sea que el deterioro de la rentabilidad del sector como mínimo está en este 15%.
-Con respecto al tipo de cambio, ¿es factible que se mantenga como está?, ¿piensa que el Gobierno lo puede llegar a aumentar en el futuro o va a tender a derrumbarse?
-El Gobierno tiene una política con respecto al tipo de cambio que es la siguiente: inflar la demanda interna todo lo que pueda a través de aumentos de salarios y del incremento del gasto público para después devaluar y recuperar un poco la rentabilidad industrial que se deteriora por el aumento de los costos. La prioridad del Gobierno no es el agro, para el Gobierno este sector es sólo un suministrador o proveedor de alimentos baratos. Creo que la preocupación del Gobierno es la industria, que justamente sustituye importaciones.
-¿Qué expectativas hay para 2007, año eleccionario, respecto de tres variables: metainflacionarias, crecimiento de la economía y tipo de cambio?
-El año que viene se devaluará entre un 4 o 5%; en cuanto al crecimiento del PBI, las estimaciones están alrededor del 7,5% para el crecimiento de la economía y la inflación se ubicaría en el orden del 10 u 11%. No creo que esta sea como se fijó en el presupuesto, del 7%. En este contexto lo que puede afectar el pronóstico de crecimiento no tanto para 2007 como probablemente para 2008 es que si la situación fiscal sigue tan desbordada en Buenos Aires, quizás haya algún ajuste.
-Justamente, Buenos Aires es una de las que está más complicada respecto de la situación fiscal, ¿cuál es su panorama para las provincias más complicadas?
-No creo que en 2007 donde Kirchner se juega la reelección haya problemas fiscales para las provincias; habrá una âmangueraâ que conecte la caja de la Nación con la de las provincias para que no tengan problemas. El problema estará en 2008 si el gasto sigue creciendo, entre un 25 y 30% como en la actualidad, para 2007 se va acabar el superavit fiscal, pero no para la Nación. Es probable que si se tiene en cuenta el déficit de las provincias la suma de Nación más provincias será cero.
-¿Cómo está hoy la actividad bancaria vinculada a la producción?, ¿hay demanda de créditos, las tasas de interés son competitivas, hay interés en tomar créditos o está todo planchado?
-Los bancos están prestando para capital de trabajo, no hay de manera masiva y generalizada préstamos para producción o hipotecarios al largo plazo. Esto es consecuencia del estropicio que se hizo en la Argentina en el 2001-2002 en materia de ruptura de contratos. No ha sido gratis lo que pasó, por eso no hay créditos a largo plazo.
-¿Usted cree que esta alquimia podría terminar generando un estallido en un próximo período kirchnerista 2007/ 2011?
-No creo que estalle en ese período, el peor escenario que se puede presentar es un estancamiento con una inflación entre el 15 y 20%.
-¿Cuál es el feeling que hay entre el sector empresario respecto de la marcha de la economía y sus negocios?
– Los empresarios están haciendo mucha plata e hicieron mucha durante estos cuatro años desde la devaluación, por eso se quejan poco de lo que está pasando, pero a puertas cerradas hay preocupación mirando al largo plazo por las salvajes presiones impositivas, los controles mafiosos de precios, la vinculación a los locos proyectos de Hugo Chávez y a través de él con Irán y las peleas con EE.UU. Los empresarios se preocupan por el futuro, pero hoy están haciendo mucha plata.