La posición fue expuesta mediante una nota enviada al director de la OMC, Pascal Lamy, y a diferentes delegaciones nacionales, “teniendo en cuenta la inminencia de la presentación de los nuevos proyectos de textos en Agricultura y Bienes Industriales (NAMA), que efectivamente se dieron a conocer pocas horas después”, según un comunicado de la Cancillería argentina.
En esa nota la Argentina expresó que “debe asegurarse el respeto del trato especial a los países en desarrollo, a través de adecuadas flexibilidades para la ejecución de sus políticas económicas, como prevé el mandato de Doha”.
La comunicación recordó que la anterior propuesta relativa a los bienes industriales, que presentara el presidente del Grupo de Negociación, en julio de 2007, fue rechazada por la Argentina y otras delegaciones, “por exigir a los países en desarrollo recortes arancelarios muy superiores a los propuestos para los países desarrollados”.
Asimismo, “dicha propuesta era limitativa en cuanto a las flexibilidades, es decir, la reducción menor de aranceles para los productos sensibles de los países en desarrollo, como los textiles, autopartes y otros”, indicó la nota.
La Cancillería señaló que las nuevas versiones de los textos de modalidades, presentadas este domingo por los presidentes de los Grupos de Negociación, “no difieren sustancialmente de las anteriores”.
Es decir, “una propuesta de liberalización modesta, con amplias flexibilidades para los países desarrollados en Agricultura, y una demanda exagerada de reducciones arancelarias para los países en desarrollo, en materia industrial”, resumió la información del Ministerio de Relaciones Exteriores.
De allí que la Argentina haya reiterado que “no estará dispuesto a aceptar el texto NAMA, sin que se corrijan las distorsiones referidas”. ( Télam )