La firma Barenbrug-Palaversich presentó en Pergamino, el pasado 21 de agosto, su centro de investigación y producción de inoculantes y la planta de tratamientos de semilla con tecnología AgriCote. Después de tres años de investigación biotecnológica, diseño industrial y construcción, y con una inversión cercana a los u$s2 M, se busca acceder al mercado con diferentes formulaciones.
Combinando inoculantes de base líquida con los de base sólida con turba, el resultado final es un inoculante de base acuosa con turba en suspensión.
El nuevo producto busca posicionarse como líder en el mercado de inoculantes con más de una cepa, o población de rizobios, enfocado sobre todo a la producción de soja en distintos puntos del país. El inoculante presentado por Barenbrug-Palaversich tiene como principales características cepas altamente fijadoras, que permiten más y mejores nódulos, mayor concentración de rizobios, un alto porcentaje de infectividad y un desarrollo radicular acelerado.
Eduardo Bayley Bustamante, gerente general de Barenbrug-Palaversich, explica que al incrementarse los costos de producción de la soja, hay que proyectar rindes mayores a los 3.000 kg: “El productor tiene que pensar en rendimientos superiores, y para lograrlo se necesita tecnología. Y básicamente, un punto en el que nosotros hacemos hincapié: bajo costo y alto impacto”.
El inoculante por hectárea tiene un valor de 20 kilos de grano, y el aumento del rendimiento esperable por el aporte del inoculante está en el orden de los 340- 350 kilos/ha. “Esta tecnología âdetalla Bayley Bustamante- no es agresiva con el ambiente, es sustentable en el tiempo, y tiene por delante un desarrollo muy amplio.”
En cuanto al futuro de los inoculantes, los esfuerzos se dirigirán al trabajo sobre nuevas cepas, nuevos fungicidas, y la presentación al mercado de formulaciones granulares, en polvo, y encapsulados, modalidad que posibilitará al productor facilitar su aplicación. “El productor necesita cada vez más productos específicamente adaptados a su situación particular de siembra, su ambiente, su sembradora y su personal”, explica el gerente.
En cuanto a la demanda de inoculantes para la próxima temporada, Juan Bologna, director de investigación y desarrollo, señala que la actual situación climática propiciará un aumento del área a inocular: “La deficiencia marcada de agua en los niveles superficiales del suelo, bajas temperaturas que impiden la mineralización y la baja disponibilidad de nutrientes harán que aumente la superficie a inocular, que en las últimas tres campañas estuvo en un promedio del 70% de la superficie sembrada”. En esta campaña, agrega Bologna, el inoculante tendrá un importante papel a la hora de complementar los nutrientes del suelo.
La planta de peleteo de semillas también incluye el uso del inoculante. La semilla es revestida con una película que incorpora nutrientes, fertilizantes, fungicidas e inoculantes. Esta combinación, además de proteger la semilla, permite alcanzar un mayor porcentaje de efectividad en los cultivos de oleaginosas, con un mejor desarrollo inicial.
