La suspensión de importaciones de frutas frescas de Chile dispuesta por el Ministerio de Agricultura, Ganadería y Abastecimiento de Brasil ante la detección de un cargamento procedente del país trasandino con presencia de un ácaro (Brevipalpus chilensis) en uvas, podría generar una mayor demanda de peras y manzanas argentinas por parte de los importadores brasileños durante el segundo semestre del año.
Entre otras frutas fueron suspendidas las importaciones de manzana, kiwi, damasco, frutas cítricas, caqui, higo, peras, peras asiáticas, grosellas y frambuesas, por ser éstas posibles huéspedes de la plaga.
Este ácaro es considerado plaga cuarentenaria ausente de Brasil y en caso de establecerse en las frutas de ese país podrían ocasionar pérdidas de hasta 30% en la producción de uvas, dado que la plaga está considerada como una de las más nocivas de las vides en Chile.
Las infestaciones por B. chilensis en uvas pueden causar la muerte de los brotes por la deshidratación de los racimos y presentar una menor graduación alcohólica en las plantas atacadas. Las variedades más susceptibles son sauvignon y cabernet, las que habitualmente son utilizadas para la producción de vinos tintos. El ácaro también ataca a las uvas de mesa causando necrosis en la raíz, deshidratación y arrugamiento de los frutos.
La prohibición de importar tiene como base el “Ajuste Complementario del Acuerdo Básico de Cooperación Científica, Técnica y Tecnológica”, firmado por los gobiernos de Brasil y Chile en materia de sanidad agropecuaria. El acuerdo prevé la posibilidad de suspender la importación de productos que puedan representar una amenaza sobre el nivel de protección fitosanitario firmado por ambos países, hasta que sea verificado si los vegetales y sus productos de exportación se encuentran sujetos a rigurosos controles fitosanitarios que cumplan las exigencias de importación de otro país.
