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Cae la oferta de pisingallo esta campaña

Así, el mercado retoma el equilibrio. Las 160.000 t cosechadas en la campaña anterior tiraron abajo los valores. "Conque se siembren 3.000 de más, el mercado se resiente", dicen.

Así, el mercado retoma el equilibrio. Las 160.000 t cosechadas en la campaña anterior tiraron abajo los valores. "Conque se siembren 3.000 de más, el mercado se resiente", dicen.
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Por Infocampo

De acuerdo con operadores del negocio del popcorn o maíz pisingallo, la producción argentina de esta campaña 2005/06 se habría reducido a unas 90.000 toneladas, contra 160.000 de la 2004/05, las cuales sumadas a un remanente de 20.000 toneladas, daría una oferta exportable de 110.000 t.

A pesar de que los Estados Unidos son el primer país productor en el mundo (500.000 t), también son los principales consumidores de esta especialidad.

Por eso, la Argentina, cuyo consumo interno es mínimo (2 o 3% de la producción), se ha convertido en los últimos años en el mayor exportador y formador de precios en el mercado mundial.

La caída en la producción de esta campaña es consecuencia de la sobreoferta de la 2004/05, que al volcarse a los mercados internacionales provocaron el derrumbe de los precios. Así, de los 160 a 170 u$s/t que se le ofrecía al productor en la primavera de 2004, se pasó a un rango de 130/140 doce meses después.

A raíz de ello, el área se redujo. Pero a esa menor superficie se le sumó una caída de rendimientos por efecto de la sequía. La consecuencia fue una merma de la cosecha nacional en más de 40% respecto de la precedente.

La sensibilidad de este mercado de nicho a la mayor producción es tal, que ahora quienes están en el negocio están tratando de armar una organización de exportación, para no canibalizar el negocio.

Al respecto, se quejan de la promoción indiscriminada de la siembra. “Basta que se agreguen 3.000 hectáreas para que el mercado se resienta”, indican.

Por otra parte, sostienen que los costos de producción no son más bajos que los del maíz común, como sostienen quienes alientan la siembra.

“Una semilla de buena calidad cuesta 83 dólares por hectárea. A esto hay que agregar un control químico de insectos, porque no se permite el uso de transgénicos; uno de fungicidas porque está habiendo mucho problema de roya; el costo de seguimiento de los cultivos y la certificación para saber que está libre de OGM. En cuanto a la fertilización, creemos que es un error recomendar mitad de dosis. Nosotros utilizamos la misma que para un maíz común, porque el cultivo responde en forma creciente al agregado de nutrientes y porque la relación insumo producto es mejor que en el maíz común”, sostienen.

Así, dicen que el costo de producción trepa a 250 u$s/ha, sin contar el costo de oportunidad de la tierra, y no 175 como apareció publicado en algún medio.

Estos productores que conversaron con Infocampo, de los más grandes que hay en el mundo, hacen un 80% de la superficie por sí mismos y el resto por contrato con otros agricultores. Apuntan a que el pisingallo se convierta en una opción de rotación con gramíneas, con un margen mejor que el maíz común, inviable hoy en muchas situaciones por relación costo beneficio.

Una de las ventajas es que desaparecen del descuento del flete a puerto, ya que las plantas de procesamiento están próximas a las zonas de producción. También, como se adelanta la cosecha (en años normales, no éste, se hace en febrero), es factible negociar mejores precios de flete.

Los rindes oscilan en torno de los 3.500 a 4.000 kg/ha, pero en ensayos con fertilización se vio respuestas crecientes, que los llevan hasta los 6.000 kg/ha.

Uno de los puntos clave en este negocio es la genética. La misma está asociada a la capacidad de expansión del grano de pisingallo o popcorn cuando se lo calienta para hacer lo que aquí llamamos pochoclo y palomitas en el exterior.

Jugadores

Hathor, Baibe, Alemar, Agrouranga, Don Pedro y Costamagna son las principales empresas de producción de pisingallo en la Argentina.

En genética aparecen Vogel (Conagra), Basso, Satus Ager y Sursem.

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