Desde esta mañana, más de 300 productores cañeros se manifiestan sobre la ruta 9, a 20 km de la ciudad de Tucumán, en reclamo por el bajo precio del azúcar. A pocos días del inicio de la zafra, los productores decidieron tomar esta medida de fuerza para exigir el cumplimiento, por parte de los ingenios y del Estado, de los acuerdos firmados en la campaña 2012, por los cuales se fijaron cupos de exportación con el objetivo de mejorar el precio que se les paga a los cañeros por el kilo de azúcar.
Omar Príncipe, secretario gremial de la Federación Agraria Argentina, junto al director Miguel Pérez, están acompañando el reclamo de los azucareros, en su mayoría nucleados en la Unión de Cañeros Independientes de Tucumán, las cooperativas de Simoca, 25 de mayo, Ibatí, La Favorita y Don Pedro, entre otras.
“La situación que viven los pequeños y medianos productores de azúcar, no es distinta a la del resto de los chacareros del país, y menos aún del conjunto de las economías regionales. Desde hace varias campañas, los cañeros vienen trabajando a pérdida por los magros precios que perciben y esta situación tiene responsables que se deben hacer cargo del problema. Por un lado, los industriales retuvieron 380 mil toneladas de azúcar que se debían destinar a la exportación y que fueron volcadas al mercado interno para desplomar el precio de la producción; por el otro, el gobierno nacional no actuó como correspondía para obligar a la Industria a cumplir con los cupos exportables. Frente a este escenario, la única manera que tienen los productores de hacerse oír, es salir a las rutas hasta conseguir soluciones concretas”, explicó Príncipe.
Por su parte, Miguel Pérez manifestó: “La situación es dramática, nos pagan 110 pesos por la bolsa de 50 kg de azúcar y el costo de producción es de 150 pesos. El gobierno provincial tiene que interceder y tomar las riendas de este problema que afecta a miles de productores. Además, las cooperativas no pueden afrontar sus responsabilidades y están en una situación financiera cada vez más complicada como consecuencia directa de la crisis económica de los productores. En definitiva, lo que termina pasando, es que aumenta la concentración de cañaverales en grandes empresarios porque el cañero chico termina arrendando su campo para poder subsistir”.
