Comenzaron con suspensiones de personal, luego con recortes de sueldo y, finalmente, cerraron sus puertas. Unas 5.000 compañías de capitales nacionales y extranjeros -ante todo pequeñas y medianas– desaparecieron de la economía argentina entre 2011 y 2015 porque no podían exportar.
La agroindustria fue el sector más perjudicado y desde que llegó el cepo cambiario a fines de 2011 la problemática empeoró, pero no fue el único afectado. El cierre de empresas también se vio en varias industrias y en las autopartistas, según datos oficiales del ministerio de Producción.
Este escenario castigó a las economías de las principales regiones de la Argentina y en paralelo, cayó la tasa de crecimiento de Pymes.
“Fue un combo explosivo entre la apreciación cambiaria, retenciones y las restricciones a las exportaciones”, resumió Lucio Castro a Infobae, secretario de Transformación Productiva, en el marco de la presentación del GPS de las Economías Regionales, una web que estará disponible para acceder a información detallada de los sectores por provincia.
El objetivo es transparentar el acceso público a información que antes era desconocida o no era confiable, y por eso la semana que viene también presentarán un GPS de empresas argentinas, en el que se concentrarán en el estado actual del entramado de las compañías a nivel nacional.
La consultora Abeceb, a cargo del ex secretario de Industria Dante Sica, ya había hecho un estudio similar en el que se concentró solamente en las pequeñas y medianas empresas exportadoras (Pymex) entre 2010 y 2014, y la tendencia también mostró ser a la baja.
EL 40% de las 9.295 Pymex relevadas dejaron de exportar en esos cuatro años, y unas 4.203 dejaron de existir. Sin embargo, en el mismo período se dieron de alta 3.027, un dato que contrasta con el análisis del Gobierno.