Nelson Bracesco, especializado en biotecnología, indicó que la versión que relaciona al cáncer de esófago con el mate fue refutada por muchos trabajos. Explicó que lo que podría provocar en un cáncer de ese tipo, son las lesiones causadas por la ingesta de líquidos muy calientes, ya sea infusiones, sopas o cualquier otro alimento. Destacó en cambio que la tradicional infusión tiene propiedades de protección de ADN y una cantidad y variedad de polifenoles similar a la que puede encontrarse en el té verde y el vino tiento y que por lo tanto podría ayudar a prevenir un cáncer, antes que causarlo.
Una publicación extemporánea de la cadena inglesa BBC reflotó un viejo debate que muchos investigadores consideraban terminado: la supuesta relación entre el cáncer de esófago y la ingesta de mate. El tema se planteó por primera vez hace unos 25 años a partir de un estudio que concluyó que tomar mate de forma habitual incrementaba los riesgos de padecer un cáncer de ese tipo.
Sin embargo, según indican científicos que siguieron estudiando el tema, esa conclusión fue desacreditada por trabajos posteriores, que lograron establecer que la infusión no contiene ninguna sustancia que pudiera causar cáncer y revelaron que lo que sí podría favorecer el desarrollo de esa enfermedad son ciertas lesiones que se producen cuando se toma mate a muy alta temperatura, al tiempo que advierten que esas mismas lesiones se producen al ingerir cualquier líquido demasiado caliente, no necesariamente mate.
El investigador Nelson Bracesco, especialista en biotecnología con numerosos trabajos publicados en relación a la yerba mate, recordó que también se publicaron artículos que relacionaban al consumo de mate con el cáncer de esófago, pero los nefrólogos revisaron esa cuestión y determinaron que no hay elementos para decir tal cosa. Determinaron que el mate puede provocar un cáncer de esófago solo si se lo consume muy caliente, por encima de los 70 grados, pero ocurre que la ingestión de cualquier bebida a esa temperatura provoca lo mismo.
“Desde 93 se sabe que el productor de lesiones que podrían transformarse en futuro cáncer no es el mate sino la ingesta de cualquier bebida que esté demasiado caliente. La leche, el té, la sopa o cualquier bebida que se tome a alta temperatura puede producir estas lesiones, pero siempre se intentó vincular al cáncer de esófago con el mate”, expresó en diálogo con Misiones Online en oportunidad de la presentación del último Congreso Sudamericano de la Yerba Mate.
Afirmó, muy por el contrario que investigaciones posteriores a la que hace referencia la publicación de la BBC pudieron determinar que tomar mate ayuda a preservar el ADN y con ello, a prevenir el cáncer.
“En el laboratorio de radiobiología de la Facultad de Medicina (de Montevideo) estudiamos la protección de productos naturales, en particular hacemos hincapié en derivados de la yerba mate frente a radiaciones. Vimos que la yerba es capaz de proteger el ADN, el genoma, no solo por su efecto antioxidante sino por interacción con cadenas de trasducción, expresando distintos genes que colaboran en la reparación. Estamos yendo un poquito más fino y hemos encontrado que hay una modulación a nivel genético por componentes de la yerba mate”, aseveró.
Indicó que el origen del cáncer está una lesión a nivel del ADN, cuando este tiene un daño y no se repara correctamente se genera una mutación. “Las mutaciones acumuladas se transforman en un posible cáncer, entonces si agregás sustancias que mejoren la reparación disminuís la probabilidad de que ocurra el cáncer”, sintetizó.
Otra de las propiedades de la yerba mate sería la de combatir las inflamaciones. Según Bracesco, en estados Unidos descubrieron que la infusión “apaga” genes relacionados relacionados con la inflamación. “Se estudió con una de las técnicas más modernas que existen en biología molecular, viendo como se expresan distintos genes. Se pudo determinar componentes de la yerba apagan genes relacionados a la inflamación. Actuaría como un antiinflamatorio natural”, dijo.
