Miembros del sindicato ATILRA se comunicaron ayer con el personal de la fábrica de Arias indicándoles que desde el área de Recursos Humanos se habían contactado para anunciarles que se cerraba la fábrica y que estaban ya hechas en la liquidaciones. Esos miembros del sector de recurso Humanos de la firma BRF (ex Perdigao SA), dueños de la empresa les dieron las malas nuevas.
“Señores la fábrica cierra y se los va a indemnizar a cada uno como corresponde”.
Hace unos años, debido a que el secretario de Comercio Guillermo Moreno impedía la exportación de quesos, la empresa por un lapso de casi dos años vio como sus estanterías de los depósitos estaban colmadas de mercaderías, y que nada se vendía y los empleados se preguntaban que iba a suceder con ellos. El contexto era otro, el país era otro y la empresa pudo “bancar” el gasto que generaba tener empleados y no vender”. El conflicto se destrabo y de a poco la situación se normalizó… pero no por mucho tiempo.
Según publicó Casaresonline, La empresa, no más de un años atrás, adquirió acciones de otras empresas productoras de alimentos a modo de ganar el mercado interno ya que nuevamente, de a poco las exportaciones comenzaban a cerrarse, y la historia se repetía. Esta situación de acuerdo a lo que pudimos averiguar lleva unos 7 a 9 meses y los resultados en el mercado interno no fue el esperado. Se supo que las ventas les disminuyeron entre un 30 a un 35 por ciento y las proyecciones marcaban una tendencia en caída.

