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Claves para entender la concentración económica en el mercado frutícola

Es una de las producciones del agro más importante del país. Sin embargo, la constante desaparición de los pequeños y medianos productores y su edad avanzada muestran alertas difíciles de disimular. Fortalezas y debilidades del sector.

Es una de las producciones del agro más importante del país. Sin embargo, la constante desaparición de los pequeños y medianos productores y su edad avanzada muestran alertas difíciles de disimular. Fortalezas y debilidades del sector.
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Por Infocampo

Así como durante el régimen de convertibilidad se registró una tendencia a la concentración económica en las economías regionales, a partir de su abandono, comenzó a verificarse una reversión de este proceso, al menos en la fruticultura.

Una metodología para medir las concentraciones de mercado es el Indice de Herfindhal Hirschman (IHH), que consiste en la sumatoria de las cuotas de cada empresa, elevadas al cuadrado. Otro, el C4, se limita a sumar la cuota de mercado de las cuatro primeras firmas que operan en cada sector. Un IHH por debajo de 1.000 y un C4 inferior al 60 por ciento significan mercados competitivos y baja concentración.

En el 1996 el IHH era de 686 para manzanas y 561 para peras, con un C4 de 42,3 y 37,8 por ciento. En 2001, el IHH llegó a 1.038 en manzanas y a 938 en peras, con un C4 de 48,8 y 51,6 por ciento. El aumento de la concentración se dio en una década.

Los números de 2006 muestran que el IHH había retrocedido a 798 en manzanas y 708 en peras. En tanto que el C4 bajó a 45,1 y 43,0 por ciento. La situación en frutas de pepita no es similar a los niveles de 1996, pero muestra un cambio de tendencia hacia una menor concentración.

El IHH muestra esta tendencia hacia una menor concentración en todas las frutas analizadas. Las frutas cuya actividad muestra un menor nivel de concentración económica son manzanas, peras, naranjas, ciruelas y duraznos.

Considerando una metodología alternativa, la del C4, la merma en la concentración económica como promedio de la actividad frutícola fue del 18,9 por ciento. Las frutas cuya producción muestra una menor concentración bajo esta metodología son: duraznos, ciruelas, naranjas, peras y manzanas. La desconcentración mostrada por los indicadores se traduce en el efecto multiplicador de las pymes en la generación de empleo en el interior. El paralelismo entre la desconcentración y mayor empleo es confirmado por las rápidas caídas en los índices de desempleo en provincias como Mendoza y Río Negro, entre otras.

Por Miguel Angel Giacinti
Consultor y analista de mercado

(artículo publicado hoy en la revista El Federal)

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