“Nuestro trabajo empieza cuando nos vamos del campo, nos evalúan todos los días del año.” Patricio Aguirre Saravia, presidente de la Cámara Argentina de Contratistas Forrajeros (Cafc), con 28 años dedicados al picado de forrajes, define en pocas líneas cómo es su trabajo de todos los días.
Y las perspectivas para este grupo de contratistas, con una actividad ganadera que crece, sumado a una mayor intención de siembra en maíz para la presente, son muy buenas.
La entidad presidida por Aguirre Saravia nació en 2001, de la mano de un pequeño grupo de contratistas forrajeros que comenzaron a ofrecer sus servicios en todo el país. En la actualidad, la entidad cuenta con 92 contratistas asociados, y cifras bien consolidadas.
Entre todos sus integrantes cuentan con un parque de 150 picadoras autopropulsadas, que representa el 60% de las unidades existentes en la Argentina, con una capacidad de trabajo global que asciende a 412.000 ha/campaña.
En la última campaña, los contratistas nucleados en la entidad trabajaron entre 450 y 500.000 ha. De esta superficie, el 79% de las labores se efectuó en maíz, y el resto dividido entre sorgo, cereales de invierno y pasturas.
Detrás de estas picadoras también se alista una logística para trasladar el material picado: los contratistas de esta entidad cuentan con 300 tractores, 150 embolsadoras, 900 camiones y 300 camionetas.
Los fierros de estos contratistas se han renovado en los últimos tres años, y son máquinas de 2006 en adelante, aunque también se hallan en funciones modelos de los años 1997 a 2001.En promedio, cada picadora de la Cámara trabaja entre 1.500 y 1.600 ha anuales.
Geográficamente, la mayoría de los asociados pertenecen a la provincia de Buenos Aires, seguidos por santafesinos y cordobeses. Según reconoció el titular de Cafc, la entidad tuvo dos picos de crecimiento. “Después de un 2002/03 fuerte tuvimos una meseta, y ahora volvemos a crecer”.
El perfil del asociado es de un profesional que se capacita en forma constante y busca incorporar las últimas tecnologías a la hora de llevar a cabo su trabajo.
Con respecto a las perspectivas de trabajo a futuro, Aguirre Saravia destacó que los márgenes actuales de la actividad ganadera trazan un buen horizonte. “No hemos crecido en cantidad de clientes, sino que éstos han incrementado su superficie. Cada uno de los asociados se encuentra con más trabajo del que puede hacer”, señaló.
En las últimas campañas, el porcentaje de toneladas picadas para ganadería de carne era un 10% con respecto a la actividad láctea. Este año, la tendencia apunta a que la actividad láctea ganará espacio. “Con mejores precios, el tambero es muy previsor”, afirmó
Entre los servicios que brinda la entidad, cuenta con una bolsa de trabajo que permite contactar a productores y contratistas. “Con esta modalidad, hemos derivado casi 12.000 hectáreas hacia nuestros contratistas, una alternativa que crece cada día”, reconoció.
Nota publicada en la Edición de hoy del Semanario Infocampo
