El 51 por ciento de las personas lee en forma habitual las instrucciones y rotulados nutricionales impresos en los alimentos, mientras que 63 por ciento manifestó escasa confianza en esos contenidos y la fecha de vencimiento es el dato más observado. La información corresponde a los resultados de una encuesta semestral realizada por el Foro de Productores Agro Industriales de Soja (Pais), que consultó sobre seguridad alimentaria en 1.000 hogares del Gran Buenos Aires, Rosario y Córdoba a principios de noviembre.
Los resultados demostraron que los encuestados de la ciudad de Córdoba fueron los que más leen el rótulo alimentario, ya que más de la mitad (53 por ciento) respondió que realizan la lectura de manera habitual. En Buenos Aires, el dato es del 51 por ciento y en Rosario, 50.
A la vez, son los cordobeses los que mayor confianza les genera el contenido del rotulado, puesto que un 41 por ciento confía mucho en la información dada.
El relevamiento abordó características generales sobre la adquisición, utilización y estabilidad de la alimentación en las diferentes ciudades del país. Estas tres características forman parte de los pilares básicos del concepto de seguridad alimentaria.
Según publicó la Voz del Interior, para llevar una alimentación saludable, un hábito fundamental es informarse acerca de los alimentos que son adquiridos y consumidos a diario. Para ello, una herramienta de utilidad que ofrece la industria alimentaria es el rotulado alimentario.
En él se detallan las instrucciones de almacenamiento del alimento, las de preparación, la fecha de vencimiento y el contenido nutricional, entre otra información.
El relevamiento demostró que apenas la mitad de los encuestados (51 por ciento) lee habitualmente las instrucciones e información del rotulado nutricional impreso en los alimentos. El 26 por ciento lo hace a veces y 23 por ciento nunca. Podría deberse a la escasa confianza que 63 por ciento de los encuestados refirieron tener respecto al contenido de las mismas. Sólo el 37 por ciento confía mucho en ellas.
La lectura de la fecha de vencimiento es el dato más observado por los encuestados a la hora de adquirir sus alimentos. El 73 por ciento afirma hacerlo habitualmente, tres por ciento a veces y 24 por ciento no revisa esta información.
Por otro lado, los consumidores reparan en las instrucciones de conservación y preparación de forma habitual en un 65 y 56 por ciento de los casos, respectivamente.
La información nutricional es el dato menos observado por los compradores. Sólo 49 por ciento las revisa de manera habitual, mientras que el 51 por ciento restante lo hace a veces o nunca.
