Esteban Turic, director de Innovación de Biogénesis Bagó y de los negocios de la compañía en Asia, destacó la creciente relación de la empresa argentina con el mercado asiático que comenzó hace varios años. “Con China en particular el vínculo se profundizó en 2013, sostenido por los gobiernos de ambos países que favorecieron proyectos de cooperación para la transferencia de tecnologías, con el interés común de mejorar la sanidad y la eficiencia de los animales de producción”, señaló.
El 14 y 15 de octubre se desarrolló la X Cumbre Empresarial China – LAC (América Latina y el Caribe) en China organizada por el Banco Interamericano de Desarrollo (BID), el Consejo Chino para la Promoción del Comercio Internacional (CCPIT), el Gobierno de Hebei y el Banco Popular de China.
“Jamás hubiéramos podido lograr resultados sin el apoyo constante de ambos gobiernos. Creemos que el mutuo interés es necesario para cualquier cooperación en áreas tan distantes del planeta. Es fundamental una adecuada planificación para que este tipo de proyectos de largo alcance no queden a mitad de camino y se puedan cristalizar”, remarcó Turic.
Por otra parte, el directivo de Biogénesis Bagó destacó que la firma “no solo ve a la innovación como un área para desarrollar productos, sino también como un área para pensar y desarrollar servicios y modelos de negocios que permitan acercar a todos los productores a los índices de la frontera productiva”.
En ese sentido, manifestó que tanto América Latina y Asia tienen aún mucho por hacer para alcanzar la frontera productiva en carne y leche y aclaró que no faltan tecnologías para ir mejorando los resultados.
“Ambas regiones tienen disponibles las mismas tecnologías que los países que sí lograron máximos índices de productividad. Por lo tanto, hay otros factores que inciden en que no se llegue a la máxima eficiencia. Uno de ellos es la falta de comunicación. No todos los productores son conscientes de que están un 30 % por debajo de sus posibilidades productivas. En otros casos, hay problemas de manejo y falta de asesoramiento profesional. Queda un largo camino por delante para que los productores asuman que se puede crecer un 30 % en carne y 20 % en leche, con la misma cantidad cabezas, la misma superficie y con las tecnologías disponibles”, concluyó.