El XI Congreso de Aapresid âReinvención y Prospectiva en el Norteâ que se está realizando en la localidad de Charata, Chaco, constituye otro guiño que productores y jugadores de la cadena local están teniendo para con esta zona del país en crecimiento.
Uno de los paneles que despertó mayor interés fue el que conformaron Fernando Segovia (Unitec
Agro), Augusto Botto (Cargill) y Sergio Uhart (Dow), quienes brindaron sus perspectivas para la macroregión
norte.
Unitec Agro nació hace una década a partir de tener como cultivo madre el algodón. Actualmente, cultivan alrededor de 1.500 hectáreas y han apostado al riego como forma de estabilizar rindes, ajustar fechas de siembra y cosecha y combatir la inestabilidad climática. En los lotes con riego plantean una rotación trigoalgodón-soja-sorgo 2da. ó maíz 2da.-algodón. De esta manera, logran una mayor intensificación.
âNuestro proyecto de expansión en el NEA incluye pasar de las 5.000 hectáreas que hoy tenemos con riego 20.000 en tres años (10.000 de algodón, 7.000 de soja y 4.000 el resto de los cultivos) y esperamos en un mediano plazo llegar a las 50.000 hectáreas bajo riegoâ, destacó el gerente de Producción de Unitec Agro, Fernando Segovia.
En lo que respecta a las chances de desarrollo en el Norte, destacó el desaprovechamiento que hay de los ríos (ellos usan agua para riego del Bermejo) y numerosas tierras aún no incorporadas a la producción. Augusto Botto, de Cargill, destacó: âComo exportadores, algunos de los desafíos para la región son superar
los problemas energéticos y las deficiencias en logística (calado de la hidrovía, mejoramiento de las rutas y puesta en marcha del ferrocarril)â, dijo Botto.
Cargill posee una terminal para barcazas en Puerto Vilelas desde donde transporta la producción del Norte hacia sus plantas de industrialización. Sergio Uhart, gerente del Proyecto de Maíces Tropicales de Dow Agrosciences, contó que en microparcelas en el NEA los últimos dos años lograron 150 quintales de maíz por hectárea, lo que eleva el techo productivo para una zona que de rendimiento real tiene alrededor de 50 qq/ha. No obstante, para ello es necesario no sólo que las empresas volquemos un paquete tecnológico específico
para la región, sino también que se mejore el manejo, que también es clave para elevar la productividadâ.
Uhart llamó la atención respecto de la rotación para mejorar coberturas y aprovechamiento del agua; la densidad y la distancia entre surcos (âno siempre a 52cm es la mejor opción, porque si no llueve en floración impacta mucho en el rindeâ) y la distribución espacial y temporal (âdado que se pierden entre 60 y 140 kg por cada centímetro de desvío por encima de los 5cmâ).