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El repunte de bodegas y productores

El 2009 dejó un sabor amargo en el sector vitivinícola argentino. Las exportaciones, en volumen, cayeron un 10,4 por ciento, entre enero y noviembre de 2009, en comparación con igual período de un año antes.

El 2009 dejó un sabor amargo en el sector vitivinícola argentino. Las exportaciones, en volumen, cayeron un 10,4 por ciento, entre enero y noviembre de 2009, en comparación con igual período de un año antes.
infocampo

La crisis financiera externa fue el factor principal en la caída registrada en los envíos de los vinos argentinos. En el caso del jugo concentrado de uva, conocido como mosto, fue la relación peso- dólar y la competencia mundial de un sustituto chino: el jugo concentrado de manzana.

Sergio Colombo, presidente de la Cámara Argentina de Exportadores de Mosto, indicó en diálogo con Infocampo que 2009 “fue complicado” para este commodity, sobre todo “a partir del segundo semestre” debido a la “fuerte competencia de China, que tuvo una buena cosecha y comercializó su producto a un precio bastante bajo”.

El galón (que equivale a 1,98 litros) de jugo concentrado de manzana, continuó el dirigente, “se estuvo vendiendo a 6 dólares, mientras que un año antes, en 2008, se comercializó a u$s11”.

Los productores de mosto también debieron, en 2009, enfrentar una dificultad interna. “La inflación generó que los costos de producción se incrementaran, y eso nos restó competitividad”, destacó Colombo. El gerente de Bodegas de la Argentina, Juan Carlos Pina, coincidió en diálogo con Infocampo con el panorama planteado por Colombo.

“A los commodities, como el mosto, no les fue bien porque la Argentina mantuvo su paridad cambiaria estable y hubo otros países vitícolas que devaluaron su moneda, tal el caso de Australia y Sudáfrica”.

Una situación similar vivió la exportación de uva en fresco, que en un 90 por ciento se produce en San Juan. En 2007, este sector exportó unas 70.000 toneladas, por un total de u$s70 millones. En 2009, apenas u$s50 millones.

En el mercado interno, la fruta mueve cerca de $70 millones, con un volumen comercializado que ronda los 40 millones de kilogramos.

Las pasas de uvas, por otra parte, representan para la Argentina un ingreso de u$s35 millones por exportaciones cuyo destino prioritario es Brasil. Junto con las pasas de uva, destacó el presidente de la Corporación Vitivinícola Argentina (Coviar), José Molina, a Infocampo, las uvas en fresco “son una opción más que interesante para el productor”.

Estrategias 2010. Lejos de ponerse a llorar sobre la leche derramada o, para ser exactos, sobre los productos vitivinícolas no vendidos, los bodegueros y productores están tratandde hacer borrón y cuenta nueva. Y saben cómo hacerlo sobre la base de un trabajo conjunto entre todos los eslabones de la cadena vitícola. En este contexto, la exportación más que un capricho es una necesidad para sostener a todo el sector.

“Cualquier actividad que compite en el mundo mejora su producción, y así, en nuestro caso, los vinos que se consumen en el mercado interno también son de muy buena calidad”, comentó José Luis Lanzarini, presidente del Fondo Vitivinícola.

El primer dato positivo para encarar este 2010 es que los pronósticos del Instituto Nacional de Vitivinicultura (INV) hablan de que la producción de uvas se incrementará cerca de un 23 por ciento respecto de 2009.

Los números se irán ajustando, sin embargo, con el correr de los días. “Vamos a tener una cosecha que, en términos generales, podemos considerar como normal”, enfatizó el presidente del INV, Guillermo García.

Tras una caída en la cosecha durante el último año, la producción actual podría destinarse a aumentar el stock de vinos, sobre todo tinto.

“La cosecha pasada fue escasa, por eso hay toda una política de recomposición de stock”, consideró Colombo. Para el líder de los productores de mosto, “se dará una pelea interna, leal y entendible en el mercado de uvas, entre los exportadores de mosto y las bodegas que quieran aumentar su producción de vinos”.

Así, se espera que, aunque aumente la producción de uvas, la elaboración de mosto se mantenga en el mismo volumen de 2009: 120.000 toneladas.Pina, en tanto, destacó que la presente vendimia “será buena respecto del último año, pero menor en términos históricos. Nos permitirá recomponer el stock, satisfacer la demanda, y con eso los precios podrán estar equilibrados”. Otro dato positivo es que, este año, el sector vitivinícola recibiría cerca de $54 millones, equivalentes al 50% de lo que paga en concepto de retenciones.

Ese fondo será destinado a desarrollar esquemas asociativos entre bodegas y productores. Además de este fondo, los vitivinicultores comenzarían a recibir parte del crédito de u$s50 millones del Banco Interamericano de Desarrollo, que se utilizarán para impulsar la integración de los pequeños y medianos productores a la cadena.

Con todo esto, los exportadores de uva fresca esperan llegar a los u$s70 M con sus ventas, tras el traspié de 2009. “En facturación, se puede llegar, pero en volumen no está muy claro por el clima”, evaluó Molina. Para Pina, “en cuanto a los commodities, tengo mis serias dudas de que las exportaciones vuelvan a los valores anteriores a la crisis financiera.

En los vinos embotellados, sí venderemos al mundo lo mismo que en 2009″.  Puertas adentro, el énfasis de los vitivinicultores estará puesto este año en promover el consumo de vino blanco.

El marketing, en este sentido, acapara en total unos $14 millones. La estrategia es que el vino “se reinstale” en la mente del consumidor al compás de: “Vino, vino argentino, si querés con cubito, si querés con soda, si querés solito, con amigos de tus enemigos, o conmigo, tomemos un buen vino”.

 Mariana Leiva

(Nota publicada hoy en el Semanario Infocampo)

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