En el caso de Cairns (grupo que nació para proteger la liberalización de la comercialización de los productos agrícolas), tuvo como objetivo evidenciar el compromiso con la voluntad de que se retomen las negociaciones en el seno de la Organización Mundial de Comercio (OMC). Chiaradía destacó el acercamiento y la influencia que está teniendo en este alineamiento el Grupo 33, agrupamiento que reúne a países con agriculturas de subsistencia, que pretenden proteger a los agricultores de algunos productos.
âTodos los miembros del G-20 tenemos en claro cómo en la agricultura existe una deuda en materia de liberalización de los mecanismos de subsidios y de distorsiónâ, enfatizó Chiaradía. Y agregó: âEs indudable que el ajuste en materia agrícola lo tienen que soportar los países desarrollados, pero naturalmente no lo es cuando los propios países desarrollados operan en el proceso de negociaciónâ. Finalmente, reconoció que en este momento hay solamente âescaramuzasâ, pero no hay posiciones sustantivas, ningún elemento de juicio que señale que las negociaciones se reabren.
Chiaradía desestimó que el escenario en Estados Unidos pueda cambiar después del triunfo demócrata en las últimas elecciones. âNo será fácil encontrar cuestiones para avanzar en la reducción de las ayudas domésticas de Estados Unidos, que el año pasado alcanzó un nivel efectivo del orden de los 22.000 o 23.000 M de dólaresâ, dijo. La demanda del G-20 es que se reduzca a 12.000 M de dólares.
En cuanto a la situación de las negociaciones entre el Mercosur y la Unión Europea remarcó que âmás de diez años han transcurrido desde la firma del Acuerdo Marco Interregional de Cooperación, sin que se hayan podido alcanzar las condiciones para la creación de una Asociación Interregionalâ. A Europa parece costarle avanzar en el recorte de aranceles más allá del 40 o 50% que insinuó que estaba en condiciones de avanzar.
Durante el encuentro, los diputados y senadores intercambiaron ideas respecto de la posibilidad de incrementar la exportación con mayor valor agregado, en particular en negociaciones con China, que hasta el momento es un gran comprador de productos agrícolas no elaborados. âChina e India son muy competitivos en productos industriales y será muy difícil para la Argentina tener un acuerdo de libre comercio por lo que tenemos que ir buscando acuerdos preferenciales donde el paquete de contraprestaciones sea equilibradoâ, aseguró el secretario.