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El valor del cuero bajó 87% por la crisis automotriz

La debacle económica mundial afectó de lleno al sector, ya que el cuero utilizado para los tapizados de los autos no tiene gran demanda. La industria intenta pasar el momento stockeando, a la espera de que suba el precio.

La debacle económica mundial afectó de lleno al sector, ya que el cuero utilizado para los tapizados de los autos no tiene gran demanda. La industria intenta pasar el momento stockeando, a la espera de que suba el precio.
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Por Infocampo

La onda expansiva de la crisis económica internacional sigue afectando al negocio del cuero. La debacle se inició a fines de 2008, cuando la industria automotriz, uno de los sectores más afectados por el crack global, dejó de demandar el producto, provocando una brusca caída de las cotizaciones.

‘Antes del desplome de la economía, los cueros en el mercado interno se comercializaban a un promedio de u$s 1,80 y ahora apenas llega a u$s 0,22 el kilo’, explicó a Infocapo, Julio Ortiz, de la empresa comisionista Corsecuer.

Pero para los frigoríficos, los problemas habían comenzado antes de que las quiebras de los bancos de inversión ganaran las tapas de los diarios. En noviembre pasado, la Federación de Industrias Frigoríficas Regionales Argentinas (Fifra) advirtió: ‘Desde enero del corriente año (2008) se registró una caída continua en el valor comercial del cuero del orden del 50%’.

Para Germán Manzano, vicepresidente de la Unión de la Industria Cárnica Argentina (Unica), la situación no tendrá una salida rápida, ya que la misma ‘tiene que venir de la mano de la reactivación mundial. Hoy la demanda está paralizada por los altos stocks que conservan los clientes y la caída del consumo de artículos de lujo’.

Los principales mercados para los cueros argentinos son EE.UU. y Alemania (90% de las colocaciones), que los emplean para la industria automotriz y la tapicería; China y Tailandia, que fabrican zapatos; e Italia, dedicada a la confección de carteras.

En ese sentido, las compras para tapicería y la industria automotriz cayeron un 75% desde el comienzo de la crisis, mientras que la demanda para la industria del calzado todavía sigue en pie, aunque a un precio más bajo. ‘Muchas curtiembres que antes se dedicaban al procesamiento de cueros para autos, ahora están reconvirtiéndose para abastecer al mercado asiático’, afirmó Ortiz.

A lo que también ayuda la baja en el peso promedio de faena, ya que estas plazas requieren el producto proveniente de terneros y vaquillonas.

Según fuentes de la industria curtidora, las exportaciones de las principales empresas, que concentran el grueso de las ventas al exterior, habrían caído cerca de un 50% en el primer trimestre del año. En tanto, los precios pagados por EE.UU. y Australia se habrían reducido un 48%, un retroceso menor que el de los valores locales, superior al 87%.

Ante la caída del valor, los frigoríficos invierten en salar los cueros, para poder alargar el período de almacenamiento, hasta seis/ocho meses. La idea es estoquearse mientras dure la crisis global. Otros plantean la posibilidad de llegar a acuerdos con curtidores para avanzar en el proceso hacia el wet blue, el primer paso del curtido.

A su vez, la coyuntura volvió a abrir la polémica en torno de los gravámenes que pesan sobre las ventas externas de cueros salados, que funcionan como protección para la industria curtidora. En abril, Fifra afirmó que ‘existe una imperiosa necesidad de abrir la exportación de cueros salados, dado que todos los cueros que se acumulen en la Argentina mantendrán deprimido por muchos años el valor de este subproducto, aun superada la crisis actual’.

Marcos López

(artículo publicado en la edición del viernes de Infocampo Semanario).

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