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Sin incentivos, las ventas de soja y maíz por parte de los productores muestran un retraso histórico

Según un informe de la Fundación Mediterránea, hasta marzo solo se comercializó un 5% de la cosecha de soja, cuando habitualmente los productores suele vender entre un 10% y 20%. En maíz, la situación es similar

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Por Infocampo

La cosecha gruesa de la campaña 2023/24 comenzó a tomar ritmo en todo el país, pero el ritmo de ventas no acompaña y hasta el momento evidencia un fuerte retroceso con respecto al desempéño del año pasado. 

De acuerdo a un informe del Ieral de la Fundación Mediterránea, hasta marzo solo se vendió un 5% del volumen esperado en soja, tomando como base un rango histórico de 10%-20%.

Por el lado del maíz el escenario es similar, y hasta el momento se comercializó un 14% de la cosecha estimada, cuando el promedio habitual para esta fecha oscila entre el 20% y 30%. 

De acuerdo al último informe PAS de la Bolsa de Cereales de Buenos Aires (BCBA), la cosecha de la oleaginosa se encuentra en un 25,5% del total proyectado para este ciclo, mientras en el caso del cereal se ubica sobre el 20%.

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Franco Artusso, economista del Ieral, analizó cuales son los factores que analizan los productores al momento de tomar la decisión de venta. En este punto, diferenció entre factores internos y externos. 

En el primer caso, destacó variables como los precios internacionales, la política comercial y macroeconómica. “En cuanto a los elementos más personales, si se trata de un productor propietario o que arrienda campos, la escala y capacidad financiera del productor, cómo financió la campaña, si hará cultivos comerciales o de cobertura en el invierno”, consideró.

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LENTO REPUNTE EN LAS VENTAS

El 5% de poroto comercializado hasta la fecha es bajo para Artusso, tomando como punto de partida el 10% a 20% que se vendió en las últimas 18 campañas. Hubo algunas excepciones, como la sequía de la campaña 2022/23, en donde las operaciones también se ubicaron en el rango del 5% para el tercer mes del año.

“Una noticia más alentadora es que en la primera semana de abril, último dato disponible al momento, la comercialización mostró una aceleración consecuente con el avance de la cosecha, pasando de un promedio semanal de 320.000 toneladas a 750.000 toneladas”, señaló Artusso.

Sobre este avance, remarcó que si bien empieza a corregir la brecha de comercialización en comparación a las campañas previas, deberá mantenerse y seguir acelerando durante mayo, mes que suele ser el de mayor ventas de soja.

En el caso del maíz, la comercialización también se ha acelerado y pasó de un promedio semanal de 470.000  toneladas a 816.000 toneladas. En comparación, el promedio histórico del cultivo para marzo se ubica sobre las 749.000 toneladas.

En este escenario, un dato a tener en cuenta es el poder de compra de los granos, que de acuerdo al informe firmado por Artusso presenta un deterioro en líneas generales. En el caso de bienes y servicios, soja y maíz perdieron entre un 20% y 30% con respecto a la campaña anterior, al momento de adquirir bienes y servicios básicos de la canasta que mide el Índice de Precios al Consumidor.

“De confirmarse, los valores entrarían en el podio de los peores registros de las últimas 22 campañas, solo siendo superados por los precios observados en los ciclos 2014/15 y 2016/17“, concluyó.