“Entendemos que, de alguna forma, China está queriendo fortalecer a sus propias industrias buscando calidad que habían perdido y sobretodo, a consideración de sus propios consumidores. Están en un programa muy fuerte, con fuertes inversiones, cerrando las pequeñas explotaciones, que eran las más débiles en calidad, buscando fusionar en mayores compañías y en tambos de mayor volumen. Es un golpe para la Argentina, lo cierto es que todavía no tenemos una evaluación cerrada sobre el tema”, señaló a “Siempre que llovió, paró…”, que se emite por Radio Colonia, Manuel Ocampo – Gerente de A.P.L. (Asociación de Productores de Leche), aunque reconoció que el “programa de aseguramiento de calidad que China tiene hace meses afecta no solo a la Argentina sino a varios países: A Inglaterra le han puesto barrera a la exportación de quesos, a Nueva Zelanda de las 19 compañías que exportaban mezclas infantiles (Leche maternizada) le han aprobado solo 6. Es extendido, no es específicamente para la Argentina”.
Ocampo también destacó que “Los chinos son grandes demandantes, aunque China tiene que estar en el orden de lo 35-37 mil millones de litros de leche de producción por año, y están en crecimiento. Han tenido el año pasado el cierre de pequeños establecimientos por las reformas que han introducido. Los productores de 1 a 5 vacas llegaron a ser alrededor del 60% y ese es el modelo que se ha estado corrigiendo y les ha generado el año pasado una caída en la producción de leche. Lo que se espera es que ahora crezca en un futuro”.
De todos modos, consideró que China seguramente seguirá importando lácteos, aunque para Argentina ese destino asiático es aún casi “marginal”. “Lo que pasa que China es un mercado sobretodo de suero, eso es lo que le vende Argentina a China”, agregó.
En cuanto a la eventual caída de la demanda interna, Ocampo fue enfático al afirmar que “Hemos dado muchas voces de alerta al respecto. Hay que considerar que la Argentina es un país excedentario, es decir “sobra” entre el 25% y el 30% de la producción. El mundo hoy está yendo hacia un mayor abastecimiento; lo que se ve reflejado en una caída de precios, que se estima que va a continuar en el segundo semestre del año. De todas formas, esos precios que están apareciendo hoy en el orden los US$ 4.000 por tonelada, permitirían a la Argentina sacar su excedente. Pero el gran problema en la Argentina son las políticas erráticas con respecto a la exportación. Esta manía de intervenir en absolutamente todo; que demora, complica, genera confusión, los mercados se pierden, hay que renegociar exportaciones ya acordadas… El problema somos nosotros, seguimos siéndolo desgraciadamente y no aparecen cambios. Nosotros hemos reclamado a los funcionarios nacionales que entiendan cual es la problemática. Esta manipulación de mercado lo único que hace es atentar contra la oferta del producto y no genera ningún beneficio al consumidor. Entendemos que si esto no se corrige, nos hace pensar que las cosas se van a complicar más aún en el segundo semestre”.
Para Ocampo, este escenario es el que determinó el estancamiento de la producción láctea local. “Crecimos solo un 11% en relación con el año ’99, a diferencia de lo que ha ocurrido en el mundo. El mundo de la leche cambió a partir de 2006 y fue revolucionario. Los últimos 8 años han sido los mejores que se recuerden en décadas a nivel mundial, pero no así para la Argentina. Es inexplicable. Pensando en todo lo que genera la producción de leche, ya sea en empleo, mano de obra, es una industria ideal para la Argentina porque suma a distintas capacidades en materia de trabajo”.

