En el último mes (del 13 de enero al 13 de febrero de 2010) los precios de los cortes bovinos comercializados en la ciudad de Buenos Aires aumentaron un 40%, según datos relevados por el sitio Inflacionverdadera.com.
Los precios fueron relevados en una de las cadenas de supermercados más grandes de la ciudad de Buenos Aires por recolectores de precios del Billion Prices Project, un emprendimiento académico que sigue la inflación en países latinoamericanos y que es dirigido por el venezolano Roberto Rigobon (profesor del Sloan School of Management del MIT) y el argentino Alberto Cavallo (estudiante del doctorado en Economía de la Universidad de Harvard e hijo del ex ministro de Economía).
En términos generales las noticias sobre la evolución del poder de compra del peso argentino tampoco son favorables: según datos de la consultora Buenos Aires City ‘dirigida por Graciela Bevacqua y Nicolás Salvatore’ en enero la inflación minorista en la ciudad de Buenos Aires fue de 2,3%.
‘El elevado nivel inflacionario de enero-diciembre no está explicado principalmente por razones estacionarias, sino que marca una muy preocupante tendencia de veloz aceleración inflacionaria, por la cual la inflación parece mostrar signos de persistencia en niveles de orden del 25-30%’, indica el último informe de inflación de Buenos Aires City.
Este último párrafo, traducido al lenguaje común, dice que la inflación parece estar creciendo más por inercia que por fundamentos propios de la economía de cada sector productivo clave (es decir: gente que va subiendo los precios ‘por las dudas’ antes que por un aumento de costos o bien por encontrarse con una demanda que supera a la oferta, entre otros posibles factores).
‘La información de enero (de 2010) empeora más aún las expectativas de inflación para 2010. Si con una caída del PIB del 3-4% la inflación se sostuvo en 15% en 2009, es razonable conjeturar que la recuperación del PIB esperada para 2010 (3-4%), sumada a la tendencia a la aceleración inflacionaria insinuada en diciembre-enero, arroje un piso inflacionario del orden del 20% para 2010. A partir de ese piso, otros factores podrían contribuir a acelerar más aún el proceso inflacionario’, añade el informe.
