La obra está destinada al aprovechamiento de las aguas del río Grande, su trasvase al Atuel, la generación de energía para el sistema interconectado nacional y la ampliación del riego para ampliar las tierras a cultivar del sur mendocino.
El río Grande es interprovincial, en la zona de Bardas Blancas se une al río Barrancas y da forma al río Colorado, que riega sucesivamente las provincias de Neuquén, La Pampa, Río Negro y Buenos Aires, para terminar en el océano Atlántico. El Gobierno Nacional priorizó algunos proyectos relevados en otros años de obras posibles, pero Mendoza espera el dinero. La provincia se mostraba dispuesta a parar el juicio contra el Gobierno Nacional por las pérdidas que le ocasionó el régimen de promoción industrial -que sólo beneficia a las provincias vecinas- si Kirchner ponía el dinero para empezar la obra. El senador nacional por Mendoza, Celso Jaque, indicó que “hay que ver cuánto saldrá la obra, lo que depende de cómo se la encare, si es con parte del trasvasamiento o no, puede variar entre los $ 250 M y los $ 400 M, pero lo importante es la voluntad política de hacerla. Nuestra aspiración es que la Nación sea parte en esto porque le sirve al país”. El trasvasamiento del que habla Jaque es pasar aguas del río Grande al río Atuel. La mejor forma de aprovechar el agua, dice el estudio mendocino, es construir una presa en la cuenca baja, zona llamada Portezuelo del Viento. El dique sería inmenso: 4 veces más grande que Potrerillos. Entre otros beneficios está el energético, del que se serviría el país entero: “El objeto es aprovechar una obra priorizada ya por el Gobierno Nacional, que está en su primera etapa, que es la línea Comahue-Cuyo, que va a permitir generar en el río Grande energía limpia, como lo es la hidroeléctrica, y que pueda ser incorporada al sistema interconectado nacional”. Estamos hablando de un aumento de generación de energía (90 megavatios) que beneficiaría en forma directa a varias provincias más. El otro tema es el riego: en los departamentos que componen el sur mendocino, San Rafael, General Alvear y Malargüe, y que representan casi la mitad del territorio provincial, se incrementarían los recursos hídricos, multiplicando exponencialmente el número de hectáreas bajo riego para ampliar uno de los oasis productivos más importantes de la región cuyana.
Costos
El aprovechamiento integral del Grande amerita $ 1.500 M de inversión. La obra se dividiría en dos etapas. Hacen falta 800 M para hacer la presa, la central hidroeléctrica y mejorar el riego. El trasvase en sí demandará, luego, otros 700 M. El Gobierno Nacional aportaría lo suyo, al tiempo que Mendoza acordaría una tregua en sus reclamos judiciales. Según le explicó a Infocampo Ernesto Sanz, otro de los senadores nacionales mendocinos, “la semana pasada se a-cordaron los lineamientos generales por el convenio con el fiscal de Estado de Mendoza, Pedro Sin, el subsecretario de Obras Públicas, Carlos Santilli, y Estela Palomenque, secretaria Legal y Técnica del Ministerio de Economía nacional”.
