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Exportaciones de genética bovina también sufren por la aftosa

Es un negocio que venía en crecimiento, sobre todo en Brasil, donde se colocaron 95.000 dosis en el 2005. Pero este país decidió bloquear las compras por el brote de aftosa. Esperan la pronta reapertura de los mercados.

Es un negocio que venía en crecimiento, sobre todo en Brasil, donde se colocaron 95.000 dosis en el 2005. Pero este país decidió bloquear las compras por el brote de aftosa. Esperan la pronta reapertura de los mercados.
infocampo
Por Infocampo

Como “daño colateral”, el brote de aftosa determinó el cierre de los principales mercados para la genética bovina argentina, que durante el 2005 había logrado duplicar sus ventas externas a 210.000 dosis de semen. El problema es que los principales compradores eran Brasil, Uruguay, Paraguay, Colombia y Venezuela, países que a raíz del brote ocurrido en Corrientes decidieron suspender la compra de productos vacunos, incluidos los reproductivos como el semen y los embriones. La excepción hasta ayer era Venezuela, pero con chances de que también se sume a la veda.

“La ocurrencia del brote fue una muy mala noticia”, comentó Ricardo Smith Estrada, directivo del Centro de Inseminación Artificial La Elisa y presidente del Foro Argentino de Genética Bovina. “Potencialmente, Brasil es el mercado número uno, porque tiene mucha sangre cebú en sus rodeos y necesita cruzar con nuestras razas carniceras”, comentó. Las gestiones para que Brasil aceptara semen vacuno argentino llevaron mucho tiempo y esfuerzo y eso se logró recién en septiembre de 2004. Al año siguiente, ya habían comprado unas 95.000 dosis en la Argentina, pero a raíz del foco en Corrientes las importaciones quedaron suspendidas desde el 9 de febrero.

A un valor promedio de cuatro dólares la dosis, las exportaciones de semen en el 2005 treparon a unos 850.000 dólares. Pero había posibilidades de seguir creciendo fuertemente en el futuro, fundamentalmente no sólo por Brasil sino por las gestiones que se habían realizado con China. “Ahora es volver a empezar. Esperábamos la llegada de una misión china con la expectativa que nos abrieran el mercado en marzo o abril”, informó el empresario.

Pero en los ámbitos oficiales, piensan que la situación se podría revertir prontamente. La decisión de la UE de marginar de sus compras sólo a los ocho departamentos correntinos interdictados, abre la esperanza de poder utilizarlo como ejemplo para que el resto de los mercados sigan ese criterio. Si la enfermedad se limita a ese único foco, es posible ser optimista, sostienen.

Por lo pronto, un negocio de exportación de vientres con destino a Colombia, que Ciale tenía cerrado, ha quedado en suspenso por la decisión de ese país.

Pero lo que más irrita a los empresarios del negocio genético es que un material que científicamente no posee riesgo de transmisión del virus de aftosa -como el semen y los embriones- sean víctimas de estas medidas. “Desde el Foro de Genética vamos a trabajar para que no nos frenen las exportaciones con el argumento de la aftosa”, concluyó Smith Estrada.

En el 2005, 98% de las ventas de semen correspondieron a razas carniceras, mientras que el restante 2% a lecheras. A la inversa, ese año ingresaron en el país 1,1 millón de dosis, que prácticamente en su totalidad correspondieron a razas lecheras.

Es un negocio que venía en crecimiento, sobre todo en Brasil, donde se colocaron 95.000 dosis en el 2005. Pero este país decidió bloquear las compras por el brote de aftosa. Esperan la pronta reapertura de los mercados.
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Por Infocampo

Como “daño colateral”, el brote de aftosa determinó el cierre de los principales mercados para la genética bovina argentina, que durante el 2005 había logrado duplicar sus ventas externas a 210.000 dosis de semen. El problema es que los principales compradores eran Brasil, Uruguay, Paraguay, Colombia y Venezuela, países que a raíz del brote ocurrido en Corrientes decidieron suspender la compra de productos vacunos, incluidos los reproductivos como el semen y los embriones. La excepción hasta ayer era Venezuela, pero con chances de que también se sume a la veda.

“La ocurrencia del brote fue una muy mala noticia”, comentó Ricardo Smith Estrada, directivo del Centro de Inseminación Artificial La Elisa y presidente del Foro Argentino de Genética Bovina. “Potencialmente, Brasil es el mercado número uno, porque tiene mucha sangre cebú en sus rodeos y necesita cruzar con nuestras razas carniceras”, comentó. Las gestiones para que Brasil aceptara semen vacuno argentino llevaron mucho tiempo y esfuerzo y eso se logró recién en septiembre de 2004. Al año siguiente, ya habían comprado unas 95.000 dosis en la Argentina, pero a raíz del foco en Corrientes las importaciones quedaron suspendidas desde el 9 de febrero.

A un valor promedio de cuatro dólares la dosis, las exportaciones de semen en el 2005 treparon a unos 850.000 dólares. Pero había posibilidades de seguir creciendo fuertemente en el futuro, fundamentalmente no sólo por Brasil sino por las gestiones que se habían realizado con China. “Ahora es volver a empezar. Esperábamos la llegada de una misión china con la expectativa que nos abrieran el mercado en marzo o abril”, informó el empresario.

Pero en los ámbitos oficiales, piensan que la situación se podría revertir prontamente. La decisión de la UE de marginar de sus compras sólo a los ocho departamentos correntinos interdictados, abre la esperanza de poder utilizarlo como ejemplo para que el resto de los mercados sigan ese criterio. Si la enfermedad se limita a ese único foco, es posible ser optimista, sostienen.

Por lo pronto, un negocio de exportación de vientres con destino a Colombia, que Ciale tenía cerrado, ha quedado en suspenso por la decisión de ese país.

Pero lo que más irrita a los empresarios del negocio genético es que un material que científicamente no posee riesgo de transmisión del virus de aftosa -como el semen y los embriones- sean víctimas de estas medidas. “Desde el Foro de Genética vamos a trabajar para que no nos frenen las exportaciones con el argumento de la aftosa”, concluyó Smith Estrada.

En el 2005, 98% de las ventas de semen correspondieron a razas carniceras, mientras que el restante 2% a lecheras. A la inversa, ese año ingresaron en el país 1,1 millón de dosis, que prácticamente en su totalidad correspondieron a razas lecheras.

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