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Fertilización en soja, un negocio más que rentable

Probadas investigaciones demostraron que la incorporación de fertilizantes en el cultivo de la oleaginosa mejora notablemente los márgenes brutos de ganancia.

Probadas investigaciones demostraron que la incorporación de fertilizantes en el cultivo de la oleaginosa mejora notablemente los márgenes brutos de ganancia.
infocampo
Por Infocampo

La nutrición de la soja resulta estratégica en un planteo agrícola como el argentino.

La oleaginosa tiene altos requerimientos tecnológicos por hectárea, por lo que demanda una buena nutrición. Estudios comparativos evidenciaron que entre una soja de 4.000 kg/ha y un maíz de 8.000 kg/ha, la oleaginosa tiene igual o mayor extracción de nutrientes, con la gran desventaja de que deja un rastrojo muy pobre, a diferencia del cereal.

La soja necesita 320 kg de nitrógeno para producir 4.000 kg/hectárea. Si se pensara en aplicar la fertilización en forma de urea (696 kg/ha) tendría un costo de u$s230/hectárea.

Entretanto, el maíz necesita 176 kg de nitrógeno para producir 8.000 kg/hectárea.

Como el suelo no le puede entregar a la soja semejante cantidad de nitrógeno, los especialistas recomiendan la inoculación de la semilla con Bradyrhizoboium japonicum, para que forme buenos nódulos y le pueda aportar gran parte de este nitrógeno que necesita.

En las investigaciones realizadas por Mosaic también se demostró que el cultivo tiene altas necesidades de potasio, fósforo y azufre, elementos que por el momento no escasean en los suelos de la pampa húmeda, pero que se empiezan a vislumbrar indicios de agotamiento, sobre todo en el caso de los dos últimos.

De allí, justamente, la importancia de fertilizar con estos dos elementos para balancear el suelo y que la soja optimice sus rindes y, por ende, la rentabilidad del productor.

En su informe, Mosaic aseguró que el fertilizante más indicado para proveer fósforo y azufre “es una mezcla Arrancador Soja, con el grado técnico 7-40-0-5S, el HQ 333 (4-33-0-8S-13Ca); HQ 320 (2-20-0-13S); Superfosfato Simple (0-20-0-12S), o el Superfosfato Simple Amoniado (3-19-0-12S)”.

Precisamente, la línea HQ se destaca por no contener polvo debido a un tratamiento especial al que la mezcla es sometida y que hace que sea mucho menos higroscópica, que tenga un mayor corrimiento y mayor facilidad en la aplicación.

Finalmente, Mosaic recomendó aplicar el fertilizante al costado y abajo, especialmente cuando se van a aplicar dosis superiores a los 60 kg/hectárea.

Márgenes brutos

La aplicación de un paquete de alta tecnología en soja, con 100 kg de arrancador, evidenció un margen bruto de u$s307/ha, mientras que la implantación de la oleaginosa sin fertilizar apenas ofreció u$s226/hectárea.

Probadas investigaciones demostraron que la incorporación de fertilizantes en el cultivo de la oleaginosa mejora notablemente los márgenes brutos de ganancia.
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Por Infocampo

La nutrición de la soja resulta estratégica en un planteo agrícola como el argentino.

La oleaginosa tiene altos requerimientos tecnológicos por hectárea, por lo que demanda una buena nutrición. Estudios comparativos evidenciaron que entre una soja de 4.000 kg/ha y un maíz de 8.000 kg/ha, la oleaginosa tiene igual o mayor extracción de nutrientes, con la gran desventaja de que deja un rastrojo muy pobre, a diferencia del cereal.

La soja necesita 320 kg de nitrógeno para producir 4.000 kg/hectárea. Si se pensara en aplicar la fertilización en forma de urea (696 kg/ha) tendría un costo de u$s230/hectárea.

Entretanto, el maíz necesita 176 kg de nitrógeno para producir 8.000 kg/hectárea.

Como el suelo no le puede entregar a la soja semejante cantidad de nitrógeno, los especialistas recomiendan la inoculación de la semilla con Bradyrhizoboium japonicum, para que forme buenos nódulos y le pueda aportar gran parte de este nitrógeno que necesita.

En las investigaciones realizadas por Mosaic también se demostró que el cultivo tiene altas necesidades de potasio, fósforo y azufre, elementos que por el momento no escasean en los suelos de la pampa húmeda, pero que se empiezan a vislumbrar indicios de agotamiento, sobre todo en el caso de los dos últimos.

De allí, justamente, la importancia de fertilizar con estos dos elementos para balancear el suelo y que la soja optimice sus rindes y, por ende, la rentabilidad del productor.

En su informe, Mosaic aseguró que el fertilizante más indicado para proveer fósforo y azufre “es una mezcla Arrancador Soja, con el grado técnico 7-40-0-5S, el HQ 333 (4-33-0-8S-13Ca); HQ 320 (2-20-0-13S); Superfosfato Simple (0-20-0-12S), o el Superfosfato Simple Amoniado (3-19-0-12S)”.

Precisamente, la línea HQ se destaca por no contener polvo debido a un tratamiento especial al que la mezcla es sometida y que hace que sea mucho menos higroscópica, que tenga un mayor corrimiento y mayor facilidad en la aplicación.

Finalmente, Mosaic recomendó aplicar el fertilizante al costado y abajo, especialmente cuando se van a aplicar dosis superiores a los 60 kg/hectárea.

Márgenes brutos

La aplicación de un paquete de alta tecnología en soja, con 100 kg de arrancador, evidenció un margen bruto de u$s307/ha, mientras que la implantación de la oleaginosa sin fertilizar apenas ofreció u$s226/hectárea.

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