El Sumo Pontífice aterrizó en Amán bajo un sol espléndido y cumpliendo los horarios establecidos con precisión. En el aeropuerto recibió los saludos de las autoridades y flores de parte de dos niños que lo aguardaron al pie de la escalera por la que descendió del clásico avión de Alitalia.
El papa argentino, que pidió simplificar la ceremonia de bienvenida con las que tradicionalmente se acoge a los pontífices, fue recibido por representantes del reino de Jordania así como por autoridades religiosas, entre ellas el patriarca latino de Jerusalén, Fouad Twal, y el custodio de Tierra Santa, Pierbattista Pizzaballa, según informó AFP.
Tras la breve recepción en el aeropuerto Queen Alia, se dirigió a cumplir su primer compromiso oficial: una reunión con el rey Abdalá II. El mandatario jordano, quien lo recibió con su familia, ya se reunió dos veces con Francisco. Se trata de un hombre comprometido con el diálogo interreligioso.
Jordania es un país que no tiene serios problemas de integración y convivencia entre religiones, lo cual constituye una excepción en una región convulsionada.
La agenda continuará luego con una misa en el estadio internacional de esa ciudad y luego visitará el sitio donde, según la tradición, Jesús fue bautizado, a orillas del Jordán. Allí recibirá a refugiados, la mayoría provenientes de Siria.
La peregrinación de tres días que el papa Francisco inicia hoy, y en la que recorrerá varios puntos de Jordania, Palestina e Israel, tendrá la impronta de su pontificado, a través de gestos, mensajes y actos que subrayarán su estilo austero, la opción por los pobres, la vocación ecuménica y la “cultura del diálogo y del encuentro”.
Con una agenda tan abigarrada como los sitios históricos y sagrados que visitará, el Papa oficiará dos misas en público, recorrerá las calles en móvil descubierto, se reunirá con autoridades religiosas y civiles de los tres países y pronunciará al menos una docena de discursos.
El domingo 25, visitará Belén, se reunirá con el líder de la Autoridad Palestina, Mahmoud Abbas, y oficiará misa en la Plaza Manger. Esa misma tarde, tras un encuentro con niños palestinos en un campo de refugiados, viajará aJerusalén –previa escala en Tel Aviv- para encontrarse con el Patriarca de Constantinopla, Bartolomé I.Finalmente, el lunes 26, visitará el Muro de los Lamentos, el Memorial del Holocausto, se reunirá con el presidente, Shimon Peres, y el primer ministro, Benjamin Netanyahu, y finalmente oficiará una misa en el Cenáculo, el sitio donde Jesús compartió la Última Cena con sus discípulos.
