El productor rural Francisco White, secuestrado hace tres semanas en Banderaló, fue encontrado hoy muerto en una tapera de un campo de las afueras de la ciudad bonaerense de General Villegas, informaron fuentes del ministerio de Seguridad bonaerense.
Los pesquisas llegaron esta mañana a ese campo luego de que uno de los cinco detenidos por el caso “se quebró” y reveló que el cuerpo de White estaba en una tapera ubicada a unos 500 metros del kilómetro 359 de la ruta 188, a cinco kilómetros del centro de General Villegas, dijeron a Télam fuentes de la investigación.
Según un comunicado difundido por el ministerio de Seguridad bonaerense, el cuerpo de White, de acuerdo a las primeras observaciones, estaba allí desde “hacía varios días”, aunque no informaron nada sobre las circunstancias de la muerte, que aún deben determinarse pericialmente.
En el lugar trabajaban el director de Investigaciones en Función Judicial de la policía bonaerense, Hugo Matzkin, a cargo de la pesquisa del secuestro, y el director de la Policía Científica Regional Interior, Gustavo Peña.
Los informantes dijeron a Télam que quien reveló los datos para dar con el cuerpo de White fue la detenida Lidia Quiróz, atrapada ayer, quien no obstante no dijo si el productor fue asesinado o si murió durante el cautiverio debido a los problemas de salud que tenía, por los que debía tomar diariamente casi una docena de medicamentos.
Poco antes del hallazgo del cuerpo, la policía arrestó a un quinto sospechoso de haber participado del hecho, identificado como Gustavo Gómez.
El hombre fue detenido a unos 200 metros de su casa situada en la calle De los Pozos y Tacuarí, del barrio La Trocha, de General Villegas, que fue allanada por la policía.
Ese detenido se sumó a los otros cuatro apresados ayer, quienes fueron trasladados a Junín y serán indagados hoy por el fiscal federal a cargo de la causa, Eduardo Varas.
Se trata de Quiróz; de su esposo, el remisero Pablo Lejarza; del boxeador local Angel “Mere” Miranda y de Javier Tómas, de 28 años, hijo de otro productor rural propietario de mil hectáreas situadas al lado del campo de White.
Los tres primeros fueron detenidos en General Villegas, ciudad ubicada a 465 kilómetros al oeste de la Capital Federal, mientras que el cuarto fue atrapado en Banderaló, una localidad del partido de General Villegas que linda con La Pampa.
Según el comunicado del ministerio de Seguridad, “de acuerdo a lo establecido, los detenidos serían los principales ejecutores de la muerte, sin perjuicio de profundizar y continuar la investigación”.
La principal pista de la investigación es que Quiróz estuvo con White la noche previa a su captura y aportó la información sobre sus movimientos a los secuestradores.
Precisamente, en la casa que ella comparte con su esposo remisero, situada en Silvestre Martínez, entre Pringles y San Martín, la policía halló el “chip” del teléfono celular utilizado para la primera llamada que hizo White a sus familiares para comunicarles que estaba secuestrado.
Además, en esa vivienda, los policías encontraron una camisa a cuadros parcialmente quemada que ahora se investiga si pertenecía a White.
El secuestro del productor rural de 59 años se cometió la noche del 6 de septiembre último cuando ingresaba en su camioneta Chevrolet S10 blanca a su campo de la localidad de Banderaló.
Los captores se comunicaron con la esposa de White, que vive en el barrio porteño de Recoleta, y le exigieron 250 mil dólares de rescate, mientras a través de mensajes de texto entablaron contacto con la hija de la víctima.
La policía pudo determinar que el productor salió alrededor de las 22.30 de una peña en el club “Ingeniero White” de Banderaló, el cual fue fundado por su abuelo, y que unos 20 minutos después circuló con su camioneta por el centro de Villegas.
Después, lo vieron en otro barrio de la misma ciudad y desde allí habría ido hacia el campo “San Francisco” de Banderaló, unas 1.100 hectáreas propiedad de su padre, donde fue secuestrado.
El padre del productor rural ofreció a través de un mensaje de texto pagar un rescate de más de 100 mil pesos por su hijo, pero los captores aún no contestaron ni enviaron ninguna prueba de vida.
Fuente: Télam
