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“Hay que cuidar el capital humano porque de él depende el país”

Abel Albino, el creador de la Cooperadora para la Nutrición Infantil (Conin) presentó junto a Fernando Mánckerberg "Nutrición, el mal oculto". Los autores consideran que el problema troncal de la desnutrición es la educación.

Abel Albino, el creador de la Cooperadora para la Nutrición Infantil (Conin) presentó junto a Fernando Mánckerberg "Nutrición, el mal oculto". Los autores consideran que el problema troncal de la desnutrición es la educación.
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Por Infocampo

campo@infobae.com

Al igual que una semilla, el intelecto humano necesita crecer y desarrollarse en un medio ambiente (nutrientes, educación) amigable que le permita expresar su potencial genético. Este es el concepto que desde hace años intenta transmitir Abel Albino desde la Fundación Conin. Entrevistado por Infocampo, contó en qué consiste el libro que presentó y cómo se puede ayudar desde el campo para reducir la pobreza.

¿Cómo surge la idea de hacer el libro “Desnutrición, el mal oculto”?

Nosotros hacemos desnutrición y pobreza extrema hace trece años en el país, hemos traído el modelo exitoso del profesor Mánckerberg de Chile y le agregamos a lo que hizo él, centros de tratamiento de desnutridos, los centros de prevención. Nos dimos cuenta de que la desnutrición es el resultado final del subdesarrollo. De nada sirve que yo alimente a un chico si lo devuelvo al ambiente hostil del que viene. Un niño que no es alimentado en el momento en que debe crecer queda con menor estatura y luego, cuando se le da de comer, en vez de crecer engorda.

¿Entonces qué se puede hacer?

Si queremos quebrar la desnutrición lo que debemos hacer es un abordaje integral de la problemática social combata la extrema pobreza. Así nacieron programas como educación para la salud, lactancia materna, jardín maternal e infantil, estimulación temprana, programa de educación agraria, escuela de artes y oficios, escritura para analfabetos, escuela para padres, documentación y educación para la familia, etc. Hicimos un centro único en el mundo de prevención de desnutrición. Lo hemos replicado en Mendoza, Buenos Aires, Córdoba, Tucumán, Rosario, Misiones y Corrientes, también en Paraguay y Gambia. Además, está proyectado llegar a otros destinos de África y Asia con el apoyo de la cátedra de la UNESCO y la Universidad de Gran Canaria.

¿Cuál es la situación argentina comparado con otros países en lo que respecta a desnutrición?

Si comparamos con Chile estamos mal porque ellos tienen una mortalidad infantil del 7,5 por 1000, que es la más baja de América Latina. Nosotros estaremos en 20 a 22.

¿Qué apoyo han recibido de las empresas en este emprendimiento?

Basf y otras empresas se están movilizando para que esto sea una realidad concreta y tengamos un país rico y poderoso, que es lo que todos queremos.

¿Cómo cree que se puede ayudar desde el agro para paliar esta situación?

“Hay que transformar nuestros cuchillos en arados y nuestras lanzas en podaderas”. Por lo tanto, hay que saber que todos deberíamos colaborar. El agro entiende esto bien porque la educación es una semilla y la semilla para sembrarse necesita un sustrato. El sustrato donde se siembra la educación es un cerebro intacto. Por lo tanto, si no tenemos cerebros intactos no tendremos un gran país.

Relevancia de tener aval agroempresario

Hace poco menos de un año, en el XIII Congreso de Aapresid los representantes del sector agropecuario se comprometieron a empezar a actuar para combatir la desnutrición infantil. En la Argentina, se producen 18.000 muertes infantiles al año, contra las 6.000 de los países desarrollados.

Hoy, el compromiso se renueva. “Creemos que es momento de pasar ya del diagnóstico a la acción porque en toda Latinoamérica la desnutrición es importantísima”, dijo el gerente general de Basf, Rodrigo Ramírez. Y agrega: “En el caso puntual de la Argentina, debemos pensar que con un país que produce para 300 M de personas y tiene 4 M de niños desnutridos hay una contradicción que tenemos que salvar”.

Basf trabaja con la Fundación Conin para definir un plan estratégico (donde se abrirán los centros, qué recursos necesitan y generar el compromiso de largo plazo). Además, la multinacional financió un video realizado por la Conin para difundir cual es la situación en la desnutrición mundial. “Tenemos una responsabilidad con la sociedad. Una de las cosas que estamos haciendo es poder juntar a muchos referentes del sector porque en la medida que muchos hablen de este tema más gente sabrá que existe este problema”, enfatizó Ramírez.

Queda claro que no hay posibilidad de cambio sin compromiso y la responsabilidad de cambiar la imagen es de todo el sector con acciones concretas.

Atacar las causas

Abel Albino es el fundador y presidente de la Fundación Conin, creada en 1993 en Mendoza con la misión de “quebrar la desnutrición infantil en la Argentina para luego extenderse al resto de Sudamérica”. Fue ternado al premio mundial World of Children of Hann Neil, que reconoce la contribución a la salud y bienestar de los niños en 170 países.

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