La Secretaria de Desarrollo Rural y Agricultura Familiar del Ministerio de Agricultura, Ganadería y Pesca de la Nación, Carla Campos Bilbao, destacó la relevancia de los pequeños productores en la conformación de una red nacional de mercados mayoristas y minoristas para la comercialización de frutas y verduras.
La funcionaria también aseguró que los ejes de trabajo para el sector frutihortícola apuntan al “desarrollo de valor agregado en origen, tanto para el abastecimiento local como para la exportación”.
La conformación de una Red Nacional de Mercados Mayoristas, así como de su par de Mercados y Ferias Minoristas, impactaría positivamente en las cadenas de valor de ambos sectores. Al eliminar intermediarios, la iniciativa permitiría a los consumidores acceder a alimentos frescos con mejores precios y, a su vez, depositar la renta de la actividad productiva en manos de los agricultores.
En la tarde de ayer, el Jefe de Gabinete de Ministros, Jorge Capitanich, encabezó una mesa de trabajo con los integrantes de la cadena de valor frutícola. Campos Bilbao participó de esa jornada en representación de la cartera agropecuaria nacional.
Capitanich enfatizó el “análisis riguroso” realizado sobre esa cadena de valor y destacó que se trató “la existencia de inversiones complementarias en la cadena de frío, calidad, expansión de riego, además de una estrategia para exportaciones”. Y explicó que muchas de estas frutas han tenido un “impacto estacional” de los precios por problemas climáticos.
En ese marco, se remarcó que se profundizará el trabajo que viene desarrollando el Gobierno Nacional en el fortalecimiento de las economías regionales, con el aporte de financiamiento, infraestructura y equipamiento para dotar a los pequeños productores de herramientas para la generación de valor agregado en origen.
Se puso como ejemplo la reciente apertura de una cámara frigorífica y planta procesadora de frutas en el Aeropuerto “Benjamín Matienzo” de San Miguel de Tucumán, que benefició notablemente a los productores de arándanos y otras frutas finas. “Se incrementó la producción y se permitió dar seguridad al comercio internacional”, indicó Campos Bilbao.
A su vez, los representantes del sector productivo expusieron sus visiones y presentaron distintos proyectos tendientes a mejorar la competitividad de la actividad.
Según datos oficiales, la cadena de valor frutícola está integrada por 10.550 productores de cítricos, duraznos, frutas finas, bananas, palta, ananá. Hay 183.452 hectáreas en la Argentina dedicadas a la producción frutícola, con 160.000 trabajadores.
También se avanzó en la primera jornada de trabajo de la Mesa Hortícola, en la que fueron temas de análisis el acceso a la red de mercados y la dotación de medios para el agregado de valor en el sector de la pequeña y mediana agricultura.
En cuanto a este sector, se colocó el énfasis en el mejoramiento productivo y la incorporación de tecnología, con la finalidad de asegurar variedad de productos para el abastecimiento local.
En Argentina hay alrededor de 10 mil agricultores periurbanos, que producen alrededor de 1,1 millones de toneladas anuales de alimentos frescos, y que son los responsables de producir prácticamente la totalidad de las hortalizas que se consumen en el país.
“Trabajamos no sólo para que cada provincia consuma lo que produce sino para que también pueda comercializar su excedente, en productos que son de excelente calidad. Estas son las actividades que generan empleo y una reactivación de la economía, y que incluye a los pequeños productores para que sean parte del crecimiento de la Argentina”, expresó Campos Bilbao.
Durante la reunión se expusieron acciones para mitigar las consecuencias de los acontecimientos climáticos en la producción de hortalizas. En ese sentido, se explicó un paquete de medidas que incluirán la creación de un Programa de Alerta Climática, un Fondo de Seguro Hortícola y la intervención del Estado Nacional con stock de productos hortícolas para corregir la falta de mercadería por razones climáticas.
También se especificó un plan de trabajo para regularizar a los trabajadores en el sector hortícola a través de la aplicación de Convenios de Corresponsabilidad Gremial. Esta metodología permitió, a través de una iniciativa del Gobierno Nacional, incorporar al sector formal a más de 6.000 trabajadores del sector vitivinícola.
