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Insólito: subastan un pueblo cordobés

Sus 800 habitantes viven dentro de un olivar y viñedo que adeuda cerca de un millón de dólares a un banco. Sus terrenos, casas y una iglesia, un juzgado de paz, una escuela y un destacamento policial serán vendidos al mejor postor

Sus 800 habitantes viven dentro de un olivar y viñedo que adeuda cerca de un millón de dólares a un banco. Sus terrenos, casas y una iglesia, un juzgado de paz, una escuela y un destacamento policial serán vendidos al mejor postor
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Por Infocampo

Un juez civil porteño ordenó rematar el 18 de diciembre parte de un olivar y viñedo de Córdoba, donde además de la planta productiva se encuentra un poblado de unos 800 habitantes, por una deuda hipotecaria con un banco.

Se trata de 2.216 hectáreas de la firma Olivares y Viñedos San Nicolás, ubicada a 14 kilómetros de la ciudad de Cruz del Eje, en el norte provincial, donde en unas 20 hectáreas viven personas que trabajan en el lugar y además hay una iglesia, un juzgado de paz, una escuela y un destacamento policial.

El remate fue pedido por el Banco Francés, acreedor de una deuda cercana al millón de dólares, y aceptado por el juez civil Carlos Molina Portela, ante lo cual el jefe comunal electo del pueblo, Antonio Heredia, presentó una medida cautelar para evitarlo.

La decisión sobre esta presentación quedó a cargo de la Sala E de la Cámara Civil, integrada por los jueces Fernando Racimo, Juan Carlos Dupuis y Mario Calatayud.

El presidente de la empresa, Jorge Pierrestegui, dijo a Télam que se le pidió al Banco Francés una prórroga del vencimiento de la deuda hasta la nueva cosecha, en febrero o marzo de 2008.

Olivares y Viñedos San Nicolás también hizo una apelación en la Sala E de la Cámara Civil, y su presidente supone que será resuelta el miércoles próximo.

Pierrestegui destacó que hay buena relación con el banco, que inclusive mantiene en el poblado “un hogar infantil de la Obra de la Hermana Teresa de Córdoba”.

Es llamativo que “el área de promoción del banco mantiene la obra dentro del olivar y el área comercial pide el remate”, comentó el directivo.

El jefe comunal electo de Olivares de San Nicolás dijo a Télam que “hasta el momento no hemos sido notificados” de la decisión judicial que dispone el remate en diciembre, y agregó que “una vez que la conozcamos analizaremos con los asesores letrados” los pasos a seguir.

La noticias, que “conocimos por los medios de prensa”, generó “incertidumbre y estamos preocupados”, porque se trata de “olivares que dan trabajo a una cantidad importante de familias” del lugar.

Los lugareños, algunos de los cuales viven en el olivar desde hace más de 60 años, solicitaron que el pueblo quede fuera del predio por subastar, lo que no fue aceptado por el banco.

El abogado que los representa, Eduardo De Luca, explicó que el recurso judicial se basa en “la inmanencia del Estado y la imposibilidad del Poder Judicial de disponer de bienes del Estado”.

“Los habitantes han invocado derechos posesorios anteriores al crédito del acreedor hipotecario, diferentes tratados internacionales sobre derechos humanos y la convención de los derechos del Niño, a los cuales nuestro país ha adherido e incorporado en la Constitución Nacional”, añadió.

Los terrenos, admitió el letrado, pertenecen a los propietarios del olivar y nunca fueron escriturados ni loteados a favor de los pobladores, quienes, sin embargo, le ofrecieron al Banco Francés pagarle el valor de los terrenos para excluir al pueblo del remate.

Ante la negativa de esa entidad internacional, los propietarios de los olivares propusieron abonar la deuda en el mes de marzo de 2008 con el producido de la cosecha.

Al respecto, Pierrestegui señaló que la deuda data de hace unos 10 años y era impagable porque el olivar estaba destruido, por lo que el banco no hacía más que reclamos formales, pero “ahora, como el bien está mejor, se pone más exigente, y se ve involucrado en el medio un pueblo”.

El directivo puntualizó que Olivares y Viñedos San Nicolás, que inició sus actividades en la década de 1930, cuenta con la mayor plantación de olivos orgánicos del mundo, donde tiene más de 100.000 de estos árboles.

También posee una planta de procesamiento de aceite y de procesamiento y empaque de aceitunas de mesa, e inicio experiencias para el desarrollo de productos encurtidos, como pepinillos, cebollitas de la reina, pimientos morrones, con el mismo proceso que para el relleno de aceitunas, entre otros.

“Acá pasa algo raro, se está rematando menos de un tercio de la propiedad, pero con ello se desarticula la unidad económica, que es donde trabaja toda esa gente, que además vive en el sector a rematar”, advirtió.

Fuente: Télam

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